Vacaciones, actividades al aire libre, playas y piscinas hacen que el verano sea el momento más esperado por los niños. Sin embargo, para los padres puede ser un momento de estrés, ya que hay que tener ciertas precauciones con los niños en las actividades de verano.
4 precauciones a tener en cuenta con los niños en verano
A continuación, te contamos las medidas de prevención más importantes a tener en cuenta cuando realizamos actividades con niños durante los meses de verano.
Agua sí, pero con cuidado:
A casi todos los niños les encanta jugar en el agua, pero en este escenario los accidentes son frecuentes. Además de tenerlos a la vista en todo momento, es importante que los niños que no sepan nadar correctamente usen flotadores y no salgan de las zonas donde puedan hacer pie fácilmente. Tampoco es recomendable correr cerca del bordillo o tirarse de cabeza, para evitar resbalones y golpes. Y, por supuesto, asegurarnos de que siguen cualquier otra norma marcada por el personal de socorrismo.
Por otra parte, para mantener los pies de los niños sanos, deben utilizar chanclas en suelos mojados y secarse bien los pies para evitar hongos. Además, también es recomendable cambiar los bañadores mojados por ropa seca para evitar infecciones.
Proteger a los niños del sol:
Entre un 50 y un 80% de la radiación solar que recibimos a lo largo de nuestra vida sucede durante la infancia y la adolescencia. Esto tiene un impacto significativo sobre las posibilidades de desarrollar melanoma una vez que son adultos. Además, los pequeños son muy sensibles a los efectos del sol, por lo que debemos protegerlos especialmente.
No realizar actividades en el exterior en las horas de más calor e hidratarlos correctamente ayudará a evitar un golpe de calor.
Además, debemos cubrirles la cabeza con una gorra y aplicarles un protector solar con factor de protección alto media hora antes de exponerse al sol, aplicando de nuevo cada dos horas y después del baño. Para aquellos niños especialmente sensibles a la radiación solar, existe ropa con filtro ultravioleta que podemos encontrar en tiendas deportivas. En el caso de los niños menores de seis meses, es preferible no exponerlos al sol directamente en lugar de utilizar protector solar, ya que su piel es muy sensible y puede reaccionar al producto
Ropa y calzado acorde a la situación:
Las temperaturas y las actividades cambian, así que la ropa y el calzado de los niños debe adecuarse a ello. En los días de calor es preferible utilizar ropa de colores claros y tejidos transpirables. Aunque son una buena opción para playas y piscinas, no es recomendable utilizar chanclas todo el tiempo. Mejor unas sandalias que sujeten bien el pie o unas zapatillas si estamos en el campo.
No debemos olvidar proteger los ojos de los niños, para ello, unas gafas oscuras con filtro UV son una buena opción.
Una alimentación adaptada al verano:
Una buena hidratación es clave para la salud de los menores en verano. Lo ideal es que beban agua regularmente antes incluso de sentir sed. Asimismo, la fruta también puede ser una buena opción como snack, ya que aporta mucha agua y vitaminas. En cuanto a las comidas, debemos mantener los alimentos bien refrigerados y evitar ingredientes que se deterioren con facilidad, ya que pueden dar lugar a una intoxicación alimentaria.
Por otra parte, es aconsejable que después de comer pasen un rato a la sombra y eviten bañarse en agua muy fría para tener una buena digestión.
Además de tomar todas estas precauciones con los niños en verano, es vital que expliquemos e inculquemos a los menores la importancia de estos hábitos. Así, el día de mañana continuarán tomando precauciones para disfrutar de todo lo bueno que nos ofrece esta época del año sin riesgos.
Recuerda:
- Entre el 50 y el 80% de la radiación solar que recibimos en nuestra vida tiene lugar en la infancia y adolescencia.
- La piel de los niños más pequeños es muy sensible y puede reaccionar al protector solar.
- Es vital inculcar estos hábitos a los niños para que los continúen en su vida adulta.