Las redes sociales se han hecho hueco en nuestra vida y han cambiado nuestra forma de relacionarnos, especialmente la de los más jóvenes. Se estima que el 93% de las personas de entre 16 y 24 años tienen perfiles en redes sociales. Además, a estas edades, los jóvenes se encuentran en pleno desarrollo social, psicológico y emocional. Por ello, la relación entre las redes sociales y la salud mental puede ser complicada y debemos ser conscientes de sus riesgos y hacer un uso responsable de ellas.
Numerosos informes revelan que las redes sociales más utilizadas por los jóvenes, como Instagram o TikTok, pueden acarrear consecuencias para su bienestar psicológico. Y es que estar constantemente expuestos a estampas de vidas perfectas y cánones de belleza inalcanzables puede hacer mella en la salud mental.
Efectos de las redes sociales sobre nuestra salud mental
Las consecuencias de estas plataformas son muy variables en función del uso que se les dé, pero los efectos más comunes son los siguientes.
- Trastornos del sueño: consultar las redes sociales antes de dormir es un hábito muy común, tanto en adolescentes como en adultos. Sin embargo, utilizar dispositivos con pantallas brillantes como teléfonos móviles o tablets por la noche afecta al sueño. Esto se debe a que se dificulta la producción de melatonina y se interfiere en los mecanismos naturales del sueño.
- Ansiedad y baja autoestima: ver constantemente cómo otras personas se van de vacaciones y acuden a eventos o fiestas puede generar la sensación de que nuestra vida no es lo suficientemente buena o de que no tenemos suficientes experiencias o éxitos. De esta manera, podemos experimentar ansiedad o baja autoestima y, en algunos casos, llegar a la depresión.
- FOMO: son las siglas de Fear Of Missing Out (miedo a quedarse fuera). Con este término se conoce la necesidad que sienten algunas personas de estar conectadas en todo momento y el miedo a quedar excluidas de la actualidad y de las relaciones sociales si se desconectan de sus dispositivos. Esto puede generar ansiedad y dependencia hacia estas plataformas.
- Trastornos de la imagen corporal: en las redes sociales encontramos publicaciones retocadas digitalmente o sometidas a filtros, que transmiten cánones de belleza a menudo irreales o inalcanzables. Esto puede afectar a la autoestima y la percepción de la imagen propia hasta el punto de desencadenar trastornos de la imagen corporal o de la conducta alimentaria.
- Las redes sociales son un espacio donde algunas personas aprovechan el anonimato para descargar sentimientos de rechazo u hostilidad hacia otras personas. Esto puede alcanzar el grado de acoso y traer consecuencias serias para quien lo sufre.
Cómo hacer un uso correcto de las redes sociales
Aunque pueden tener serias consecuencias, si se utilizan correctamente, las redes sociales son una herramienta positiva para nuestro bienestar. Eligiendo el contenido adecuado, pueden ser una fuente de apoyo emocional, relaciones sociales sanas e incluso de conocimiento.
A la hora de utilizar estas plataformas, debemos reflexionar sobre cuánto tiempo les dedicamos, qué tipo de contenido consumimos y cómo nos hace sentir. Del mismo modo, debemos ser conscientes de que muchas de las publicaciones que vemos no se corresponden con la realidad y no deben ser un patrón con el que medir nuestra vida y nuestras experiencias.
Aunque estas consecuencias también afectan a los adultos, las personas más vulnerables son las más jóvenes. Por este motivo, debemos prestar atención al uso que hacen de estas herramientas de conexión social y aconsejarles para que puedan disfrutar de ellas de forma saludable.
Recuerda:
- Algunas personas pueden desarrollar trastornos de autoestima, imagen o ser víctimas de ciberbullying.
- Los adolescentes y adultos jóvenes son la población que más utiliza las redes sociales y que pueden verse más afectada.
- Haciendo un uso adecuado, las redes sociales pueden ser una fuente apoyo emocional y de relaciones sanas.