Dieta Okinawa: el secreto japonés de la longevidad

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Okinawa es una isla de Japón en la que sus habitantes son conocidos por su elevada longevidad. Los estudios apuntan a diversos factores favorables para continuar cumpliendo años como la genética o el ambiente. Sin embargo, la alimentación también es un factor clave en este caso. De ahí que se haya prestado tanta atención a su dieta, más conocida como la dieta Okinawa.

Los estudios apuntan a que en la isla de Okinawa 68 de cada 100.000 habitantes supera los 100 años. En parte, la sustitución de ultraprocesados, grasas y azúcares refinados por alimentos de origen vegetal tiene que ver con ello. Sin embargo, la dieta Okinawa guarda más secretos.

Alimentos más comunes en la dieta Okinawa

La dieta Okinawa sigue una serie de reglas. Por ejemplo, no consumen ni lácteos, azúcares ni carnes rojas. Por el contrario, hay ciertos alimentos que son muy comunes en esta dieta. Algunos de ellos son:

  • Verduras y hortalizas frescas: son la base de esta dieta. Las algas marinas, la batata, el repollo, las zanahorias o la col son típicas en los platos de esta isla japonesa. Por otro lado, el melón amargo y la calabaza amarga son considerados clave.
  • Cereales: especialmente, integrales. Los más comunes son el trigo, el arroz o el mijo.
  • Soja: es la principal fuente de proteínas en la dieta Okinawa. Ya sea en forma de tofu, edamame u otras menos conocidas en nuestro país, la soja es muy recurrida en esta dieta.
  • Carnes y pescados: fundamentalmente pulpo y calamares, así como ciertas carnes blancas.
  • Bebidas: la infusión más consumida es el té jazmín, pero también beben caldos y, por supuesto, otros tipos de té.

Además, practican el Hara Hachi Bu, una costumbre por la que se deja de comer antes de estar saciado. En este sentido, se practica cierta restricción calórica que evita que lleguemos al punto de sentirnos muy llenos. También es típico de la dieta Okinawa el comer relajadamente y masticando bien los alimentos, de modo que se reduce el trabajo del estómago.

Beneficios de esta forma de alimentación

Podría decirse que esta dieta tiene mucho más que ver con una filosofía de vida que con un sistema de alimentación. De este modo, sumado al efecto de vivir lentamente, que no solo se aplica a la comida, la dieta Okinawa tiene estos beneficios:

  • Es cardiosaludable: igual que la dieta mediterránea, la dieta Okinawa reduce el riesgo de enfermedades y accidentes cardiovasculares. Principalmente, por su bajo contenido en grasas y colesterol.
  • Rica en flavonoides y antioxidantes: estos componentes reducen el estrés oxidativo, lo que impide la degeneración de las células. Esto es importante de cara a la prevención de tumores.
  • Baja en calorías: la restricción calórica evita la sobrecarga del sistema digestivo y, además, previene la obesidad.

Además, en el marco de esta filosofía en la que se encuadra la dieta Okinawa, los habitantes de la isla practican ejercicio todos los días. Este factor también es de gran relevancia de cara a una mayor longevidad.

Recuerda

Okinawa es una isla de Japón en la que una buena parte de sus habitantes supera los 100 años.
Se sospecha que el secreto está en su dieta, rica en vegetales, también llamada dieta Okinawa.
La dieta Okinawa está acompañada de una filosofía de vida basada en la tranquilidad y la práctica de ejercicio físico.