El 51% de los chicos y el 69% de las chicas entre 13 y 15 años ya han sufrido dolor de espalda alguna vez. Estas dolencias en edades tan tempranas incrementan significativamente el riesgo de que se padezcan dolencias de espalda y cuello de forma crónica al llegar a la edad adulta. Para minimizar los riesgos, el consejo que nos dejan los expertos es inculcar desde edades muy tempranas hábitos saludables que fomenten la práctica continuada de actividad física.
Los estudios científicos demuestran que la actividad física en la infancia es fundamental para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva y para reducir el riesgo de padecer dolencias de espalda. Además, hacer ejercicio habitualmente acorta la duración el episodio doloroso, en caso de que aparezca, y reduce su interferencia en la actividad cotidiana.
Obesidad y pantallas, enemigos de tu espalda
Sin embargo, la preferencia actual de vida sedentaria y ocio pasivo entre los niños y adolescentes, en detrimento del ejercicio, el deporte y otros juegos que impliquen actividad física, dificultan el desarrollo adecuado de la musculatura de la columna vertebral. Diversas investigaciones científicas han demostrado el aumento del dolor de espalda crónico entre los adolescentes europeos. La obesidad y el tiempo dedicado a las pantallas son dos de los principales factores asociados a este incremento.
Por eso, los expertos insisten: para tener una espalda sana es fundamental adquirir hábitos saludables desde la infancia, como practicar ejercicio de manera regular. Cuanto antes interioricemos esos hábitos, mejor cuidaremos la salud de nuestra espalda. Y la mejor edad para hacerlo es entre los 6 y los 10 años.
10 claves para tener una espalda sana
Para ayudar a los niños de entre 6 y 15 años, a sus familias y al personal escolar a introducir hábitos saludables para mantener una espalda sana desde la edad infantil, se ha puesto en marcha un año más la Campaña de Prevención de las Dolencias de la Espalda entre los escolares españoles. Esta campaña está impulsada por la Organización Médica Colegial (OMC) y la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), en colaboración con la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) y con el apoyo de la Fundación ASISA. Esta iniciativa la lidera el Dr. Francisco Kovacs, de la Unidad de la Espalda Kovacs del Hospital Universitario HLA-Moncloa.
Para lograr su objetivo, la campaña ha editado El Tebeo de la Espalda, que recoge las 10 claves para tener una espalda sana:
- Mantenerse físicamente activo, para evitar perder fuerza en la musculatura.
- Realizar ejercicio habitualmente, lo que desarrolla la fuerza y la coordinación de la musculatura. Además, es positivo para la salud metabólica y general.
- Elegir el ejercicio que más guste y motive; cualquiera es mejor que ninguno y cuanto más, mejor. Lo importante es realizarlo de manera continuada, y eso es más fácil si se realiza uno que guste.
- Cambiar de postura frecuentemente si se está sentado y levantarse cada 45-60 minutos, aunque sea para dar unos pasos.
- Situar la pantalla del ordenador frente a los ojos (no a la izquierda o derecha) y a la altura de la cabeza, y evitar levantar los hombros al teclear.
Si te duele la espalda, acude al médico
- Dormir de lado o boca arriba (evitando hacerlo boca abajo), en una cama con un colchón de firmeza media y que tenga un tamaño adecuado para permitir moverse libremente.
- Transportar sólo el material escolar necesario. Se recomienda que el peso transportado no supere el 10% del peso del alumno. La mochila idónea es la de ruedas y altura regulable y, en caso de no tener ruedas, que tenga tirantes anchos y se sitúe a la altura lumbar y tan pegada al cuerpo como se pueda evitando que balancee.
- No fumar; fumar introduce al escolar en hábitos tóxicos inútiles y, entre los múltiples aspectos de la salud que daña gravemente, también aumenta la probabilidad de padecer dolor de espalda.
- Avisar a los padres si duele la espalda. Conviene acudir a un médico para determinar el origen del dolor, especialmente si dura más de 14 días o se repite.
- No derrumbarse en caso de dolor de espalda. Es importante mantenerse todo lo activo que se pueda evitando las actividades que desencadenen dolor o aumenten su intensidad. 48 horas de inactividad son suficientes para que el tono muscular comience a reducirse, prolongando así la duración del episodio doloroso y aumentando el riesgo de que repita en el futuro.