El sonambulismo es un trastorno del sueño que implica levantarse y caminar mientras estamos dormidos. Se trata de un fenómeno muy llamativo que ha inspirado cientos de historias y al que se le atribuyen innumerables mitos.
En general, no se suele considerar una enfermedad. Se trata, más bien, de incidentes aislados que no suponen ningún problema de salud. En cambio, cuando los episodios son recurrentes, es posible que exista un trastorno del sueño que hay que estudiar.
3 mitos sobre el sonambulismo que hay que desterrar
Al tratarse de un trastorno tan llamativo, no es de extrañar que se hayan creado verdaderos mitos alrededor del sonambulismo. La gran mayoría de ellos surgen de creencias antiguas sin base científica. Estos son los 3 más extendidos:
- No se puede despertar a una persona sonámbula: se dice que, si despertamos a una persona sonámbula, puede darle un infarto. En realidad, esto no es así. Aunque probablemente sí se muestre confundida, asustada o irritada, esto no implica necesariamente un ataque al corazón.
- Si se golpean con algo, no se hacen daño: si las personas sonámbulas se tropiezan o golpean, quizás ignoren el dolor en el momento, pero eso no implica que no se hagan daño.
- Van con los ojos cerrados: seguro que en las películas los sonámbulos llevan los ojos cerrados, pero en la vida real, no. Las personas sonámbulas pueden ver lo que tienen a su alrededor, pero su cerebro sigue “dormido”. Por eso abren puertas, bajan escaleras, etcétera.
Qué hacer si un ser querido es sonámbulo
Algunas investigaciones señalan directamente a esta luz como causante de ciertos cambios en
En realidad, el sonambulismo es un trastorno poco frecuente: solo el 10% de la población lo padece, y suelen ser niños de hasta 12 años. Al llegar a la pubertad, este fenómeno suele desaparecer. De no hacerlo, los episodios pueden estar relacionados con la ansiedad y el estrés, la privación del sueño, la toma de ciertos medicamentos o con trastornos psiquiátricos, entre otros.
Por eso, si alguno de nuestros seres queridos es sonámbulo, es recomendable detectar la causa que provoca este comportamiento. Algunos métodos que pueden ayudar a prevenir los episodios son:
- Dormir bien: es decir, unas 8 horas y en horarios regulares, manteniendo una buena higiene del sueño.
- Evitar la toma de excitantes: como el café, el té, las bebidas energéticas, etcétera.
- No automedicarse para dormir: algunos medicamentos pueden provocar el efecto contrario y aumentar las probabilidades de sonambulismo.
- Controlar la fiebre: algunos estudios apuntan a que el aumento de la temperatura corporal favorece este trastorno.
Recuerda que es importante conocer la causa que provoca este trastorno. Por tanto, si algún ser querido muestra signos de sonambulismo durante un periodo de tiempo, es importante consultar con el médico.