Dar la patita, sentarse, tumbarse…son algunos de los comandos que pueden ser útiles que un perro conozca. El más importante de ellos, sin duda, es que el perro obedezca a la llamada. Todos ellos se pueden aprender en casa. Sin embargo, es posible que en algunos casos nuestro perro necesite un adiestrador.
No obstante, es importante diferenciar muy bien estos casos en que queremos que nuestro perro adquiera determinadas capacidades de aquellos en que un perro tiene comportamientos que debe cambiar. En estos casos, es absolutamente necesario llevar al perro a un adiestrador.
Signos de que debes adiestrar a tu perro
De la misma forma en que cada persona tiene su forma de ser, ocurre de igual manera con los perros. Cada perro tiene sus preferencias y sus manías. Pero cuando su comportamiento choca frontalmente con nuestros hábitos, posiblemente sea necesario llevarlo a un adiestrador. Estos son 4 supuestos en que es habitual que los dueños lleven a su perro a un profesional de la conducta canina:
- Problemas de mordida: si el perro muerde a otras personas, por ejemplo, durante un paseo, es absolutamente crucial llevarlo a un adiestrador. El profesional ahondará en el por qué de ese comportamiento para eliminarlo de raíz.
- Ansiedad por separación: este es un problema muy común en los perros actualmente, que consiste en que no soportan quedarse solos en casa. Los adiestradores disponen de técnicas y estrategias para minimizar el malestar del perro cuando está solo.
- Escapes: muchos perros, especialmente los que no están castrados, tienden a querer escapar de casa. Los adiestradores están capacitados para atajar este problema a través del entrenamiento.
- Entrenamiento con correa: en ciertos perros, sobre todo los adoptados cuando son adultos, llevar correa puede resultarles especialmente molesto. Algunos incluso pueden adoptar actitudes agresivas cuando se les intenta colocar la correa para pasearlos. Este problema necesita ser abordado cuanto antes a través de la intervención de un adiestrador.
Recuerda que estos profesionales pueden atender a muchas otras cuestiones relacionadas con la conducta de los perros, por ejemplo, aquellas asociadas a los ladridos. En general, si necesitas ayuda con el comportamiento de tu perro, no dudes en ponerte en contacto con un adiestrador o solicitar asesoramiento en tu veterinario de confianza.
Adiestrador, educador canino o etólogo: ¿a quién debo acudir?
Aunque la figura más conocida es la de adiestrador de perros, este profesional no puede encargarse de todo el espectro de comportamientos de estos animales. Por eso también existen los educadores caninos y los etólogos. Estas son las diferencias entre cada profesional:
- Adiestrador: sus competencias están centradas en la disciplina, la obediencia y la preparación física de un perro para una actividad concreta. Por ejemplo, son los encargados de formar a perros policía y a perros guía. Son capaces de enseñar los comandos y funciones básicas del entrenamiento del animal, pero no soluciona los problemas de conducta como tal.
- Educador canino: es el que se encarga de hacer posible una buena convivencia entre el perro y su entorno. Su función más importante es la de integrar al animal en la sociedad y orientar al dueño para una correcta comunicación con su perro.
- Etólogo: es el más desconocido, y su función es el equivalente a la de un psicólogo en los humanos. Este es capaz de resolver problemas complejos de comportamiento de un perro, como los miedos o las fobias. Los etólogos también están capacitados para prescribir un tratamiento farmacológico en función de la gravedad del caso.
Recuerda que la existencia de todos estos tipos de profesionales implica que, según el caso, quizás deban trabajar de forma complementaria. No dudes en dejarte asesorar para lograr la mejor convivencia posible con tu perro.