Aunque cuando pensamos en salud digestiva se nos vienen a la cabeza órganos como el estómago y los intestinos, en realidad es mucho más que eso. Las glándulas salivales, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas son fundamentales en la digestión. Por eso es necesario saber muy bien cómo cuidar de todos ellos.
¿Por qué es importante tener una buena salud digestiva?
La salud digestiva es esencial para el bienestar general del cuerpo humano. Estos son solo algunos de los motivos por los que poner atención en mantener una buena salud digestiva:
- Mejora la absorción de nutrientes: cuando el sistema digestivo funciona correctamente, los nutrientes esenciales se absorben correctamente. Esto ayuda a mantener el cuerpo nutrido y con energía.
- Fortalece el sistema inmunológico: una buena salud digestiva ayuda a prevenir infecciones y enfermedades, ya que permite mantener el equilibrio de las bacterias en el intestino.
- Reduce la inflamación: una mala digestión puede llevar a una inflamación crónica del tracto gastrointestinal.
- Mejora el estado de ánimo: el intestino está directamente conectado con el cerebro. Por eso puede contribuir a mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y la depresión.
Por último, una buena salud digestiva contribuye a prevenir enfermedades crónicas. Algunas de ellas son el Síndrome de Intestino Irritable, la colitis ulcerosa o la Enfermedad de Crohn.
6 consejos para tener una buena salud digestiva
Según la Asociación Española de Gastroenterología, existen 6 consejos básicos para tener una buena salud digestiva. Son los siguientes:
- La alimentación, variada y saludable: opta por una dieta lo más variada posible, como es la dieta mediterránea. Además, intenta evitar comidas copiosas que dificulten la digestión.
- Cena, al menos, dos horas antes de ir a dormir: es posible que una digestión incompleta provoque problemas a la hora de ir a dormir, como acidez estomacal, reflujo o dificultad para conciliar el sueño.
- Come despacio: la masticación es el inicio de la digestión. Es fundamental masticar despacio para ahorrarle trabajo al estómago. De lo contrario, la comida podría sentarnos muy pesada.
- Realiza actividad física regular: esto evita el sobrepeso y la obesidad, además de otras patologías cardiovasculares y respiratorias. Pero también existe evidencia de que el ejercicio físico mejora nuestra salud digestiva.
- Evita el alcohol y el tabaco: al tratarse de sustancias tóxicas para nuestro cuerpo, también pueden afectar a nuestros órganos digestivos.
- Ten cuidado con algunos medicamentos: existen determinados medicamentos de consumo habitual que, en realidad, son muy agresivos con nuestro sistema digestivo. Es el caso, por ejemplo, de los antiinflamatorios.
Por último, los expertos indican que, si los síntomas relacionados con la digestión o las alteraciones en el ritmo intestinal duran 4 semanas, lo más recomendable es consultar con un médico.