5 animales que ya no están en peligro de extinción

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Cada especie, desde los más pequeños insectos hasta los grandes depredadores, cumple su papel en el equilibrio de los ecosistemas. Sin embargo, la actividad humana ha influido en la subsistencia de muchas especies, poniéndolas en peligro de extinción.

En el Día Mundial de la Vida Silvestre, que se conmemora cada 3 de marzo, es importante poner en valor la unión de esfuerzos entre organizaciones ecologistas, instituciones y sector privado para salvar a especies que están en esta situación. Hoy, te contamos la historia de 5 animales que ya no están en peligro de extinción.

El lince ibérico y su salida del peligro de extinción

El lince ibérico (Lynx pardinus), especie endémica de la península ibérica, estuvo al borde de la extinción a principios de este siglo: había menos de 100 individuos en libertad. Sin embargo, gracias a los programas de conservación, la cría en cautividad yla reintroducción en su hábitat, su población ha experimentado un incremento importante.

Actualmente, se estima que más de 2.000 linces habitan en España y Portugal. Esto ha llevado a su reclasificación de “en peligro crítico” a “vulnerable” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Este logro es resultado de la colaboración entre los gobiernos de la península, las ONGs y las comunidades locales.

El lobo gris mexicano: recuperándose paso a paso

El lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi), la subespecie de lobo más pequeña de América del Norte, sufrió una drástica disminución poblacional debido a la caza y la pérdida de hábitat. Llegó a estar prácticamente extinto en la década de 1970. A través de programas de cría en cautiverio y su reintroducción en áreas protegidas, su población silvestre ha aumentado a más de 200 individuos y a 380 en programas de cautiverio.

La ballena jorobada: un gigante marino fuera de peligro de extinción

La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) fue objeto de una intensa caza comercial entre los siglos XVIII y XX, lo que redujo su población a niveles críticos. Con la implementación de moratorias internacionales sobre la caza comercial de ballenas en la década de 1960, las poblaciones de ballenas jorobadas comenzaron a recuperarse. En 2015, la especie fue retirada de la lista de especies en peligro y, actualmente, su población global se estima en más de 80.000 individuos.

Así se logró preservar al tigre de Bengala

El tigre de Bengala (Panthera tigris tigris) es una de las subespecies de tigre más conocidas. Por ello, ha hecho frente a amenazas como la caza furtiva y la destrucción de su hábitat en el sur de Asia. A principios del siglo XXI, su número se redujo drásticamente. Las iniciativas de conservación como la creación de reservas y el establecimiento de estrictas leyes contra la caza furtiva han permitido su recuperación gradual. Actualmente, se estima que la población de tigres de Bengala supera los 2.500 individuos salvajes.

El águila calva: un emblema recuperado

El águila calva (Haliaeetus leucocephalus) es conocida por ser el símbolo nacional de Estados Unidos. Pese a ello, sufrió una alarmante disminución en su número debido al uso de un pesticida, el DDT, que dañaba su reproducción. En la década de 1960, la población se redujo a aproximadamente 400 parejas reproductoras. Gracias a la prohibición del DDT en 1972 y a programas de protección y recuperación, el águila calva fue eliminada de la lista de especies en peligro en 2007, siendo hoy una especie plenamente estable.

Recuerda

La actividad humana ha puesto en peligro a muchas especies, pero los programas de conservación han logrado su recuperación.
Un ejemplo cercano es el del lince ibérico, que pasó de menos de 100 a más de 2.000 ejemplares en 25 años.
La prohibición del pesticida DDT en 1972 permitió la recuperación del águila calva, que salió de la lista de especies en peligro en 2007.