Las bajas temperaturas puede que resulten un inconveniente para muchas personas que practican deporte al aire libre, pero para otras se convierte en un aliciente para salir y disfrutar del frío y, especialmente, de la nieve, llegan los deportes de invierno.
Las actividades típicas de invierno son muy populares por su estacionalidad, ya que puede salir a andar en bici durante todo el año o incluso a pasear por la playa (si vives cerca, claro), pero las pistas de nieve solo tienen unos meses en los que realmente pueden ser disfrutadas.
Ir a la montaña a practicar deporte es todo un ritual, para la mayor parte de la población supone recorrer una gran distancia, lo cual te aleja de la rutina y, seguramente, del estrés que puede producirte. Una vez allí ya solo puedes disfrutar de la naturaleza, respirando aire limpio y practicar algún deporte.
Los deportes de invierno van acompañados del frío y por ello cuentan con dos beneficios para la salud que otros no tienen:
- Refuerzan el sistema inmunológico: exponerse a bajas temperaturas mientras se practica deporte hace que el organismo consiga mejorar la capacidad termorreguladora, logrando así que la circulación se vea afectada de forma positiva.
- Mejoran la eficiencia de la respiración: hacer deporte en latitudes superiores a las que se está acostumbrado implica respirar un aire más fino y tener menor presión, lo cual favorece que los pulmones trabajen de forma diferente, ayudando a tener una respiración más eficiente.
Beneficios de los deportes de invierno
Como la práctica de cualquier deporte o actividad física intensa, los deportes de invierno ayudan a mejorar la salud física y mental, pero la realización de cada uno de ellos tiene unas características diferentes:
- Esquí: En todas sus modalidades alpino, de fondo, de velocidad, travesía… Practicar cualquier de sus variantes ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, puesto que son deportes principalmente aeróbicos. Su práctica reduce el nivel de colesterol en sangre y es bueno para los pulmones. Además con él se ejercita el equilibrio, la resistencia, la agilidad y la concentración.
- Snowboard: Aunque se trate de una variante del esquí aporta otra serie de beneficios, sobre todo en el aspecto psicológico. Este deporte proporciona propiocepción, es decir, el sentido por el cual se es consciente de controlar la posición de los músculos. Así, mantendrás tu cuerpo en una correcta posición y te sentiremos más relajados.
- Patinaje sobre hielo. Sus principales beneficios son anaeróbicos, posicionándose como uno de los principales deportes que favorecen esta característica. La práctica de hockey sobre hielo beneficia a las articulaciones, principalmente a las rodillas y potencia los músculos de las piernas.
Y aunque no sean deportes típicos de invierno siempre puedes optar por practicar actividades en recintos cerrados y acondicionados como pabellones polideportivos para jugar múltiples deportes de equipo, piscina o ir al gimnasio por libre o a actividades dirigidas. ¡Así seguirás en forma haga el tiempo que haga, solo tienes que vencer a la pereza de salir de casa!