¿Cuántas veces has escuchado que debes vigilar la tensión arterial y mantenerla dentro de los niveles normales? Pero, ¿esto qué significa? La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Este fluido debe circular a una presión adecuada para evitar sufrir complicaciones.
Valores presión sanguínea
Cuando el corazón late, bombea sangre hacia las arterias, esto se conoce como presión sistólica, más conocida como tensión alta. Por el contrario, denominamos presión diastólica o tensión baja a aquella que se produce cuando nuestro corazón está en reposo entre un latido y otro.
Aunque muchos factores influyen en los valores de la presión sanguínea, se han establecido unos valores normales, dentro de los cuales, está considera una tensión arterial normal. La presión sistólica debe estar entre 100 y 140 milímetros de mercurio (mm), mientras que la diastólica se debe encontrar entre 60 y 90 mm. Si nos encontramos por encima o por debajo de esos valores estaríamos ante un caso de hipertensión o hipotensión, respectivamente.
Tensión alta (Hipertensión)
A pesar de que no tiene unos síntomas claros, hay que tener especial cuidado con esta patología si se tienen antecedentes familiares o si tenemos más de 40 años. Si bien es cierto que se puede sufrir de hipertensión a cualquier edad es más frecuente entre personas mayores, ya que las arterias pierden elasticidad y se vuelven rígidas y estrechas, lo que dificulta el riego sanguíneo.
Esta dolencia conlleva múltiples e importantes riesgos que pueden afectar a diversos órganos, especialmente al corazón, cerebro y riñones, pudiendo llegar a provocar derrames cerebrales, infartos, insuficiencia renal e insuficiencia cardíaca, entre otras.
Por este motivo, es esencial revisarse con cierta frecuencia la presión arterial, especialmente en el caso de tener tendencia a tenerla alta o haber sufrido ya algún accidente cardiovascular. Además, se puede mantener la tensión entre los niveles óptimos llevando a cabos hábitos de vida saludables, como hacer ejercicio, y manteniendo una dieta sana y equilibrada, libre de grasas saturadas.
Tensión Baja (Hipotensión)
Al contrario que la hipertensión, los síntomas más comunes de la tensión baja son los mareos, desmayos, debilidad o visión borrosa; ya que ni el corazón, ni el cerebro, ni el resto de órganos están recibiendo la cantidad de sangre necesaria. A diferencia de la hipertensión, la tensión baja suele ser más frecuente en gente joven y niños.
A pesar de que normalmente no requiere de tratamiento, en ocasiones sí que necesita de asistencia médica, dependiendo de los síntomas, como por ejemplo cuando provoca un shock.
En caso de padecer una bajada de tensión se recomienda acudir al médico y él será el encargado de tomar las medidas pertinentes. Además, es recomendable que las personas hipotensas ingieran mucho líquido para mantenerse hidratadas constantemente. Por último, no conviene permanecer de pie durante mucho tiempo, así como la ingesta de bebidas alcohólicas.
Recuerda que:
- A pesar de que no tiene unos síntomas claros, debemos tener especial cuidado con la hipertensión si tenemos antecedentes familiares o si tenemos más de 40 años.
- Podemos mantener nuestra tensión entre los niveles óptimos llevando a cabos hábitos de vida saludables, como hacer ejercicio, y manteniendo una dieta sana y equilibrada, libre de grasas.
- Los síntomas más comunes de tener la tensión baja son: mareos, desmayos, debilidad o visión borrosa.