En la zona central de nuestro cuello tenemos una glándula en forma de mariposa que se encarga de regular el metabolismo de nuestro cuerpo. Es lo que se conoce como la tiroides y puede pesar hasta 30 gramos aproximadamente.
Esta glándula determina a qué velocidad quemamos calorías, cuán rápido late nuestro corazón y se encarga también de mantener nuestras hormonas equilibradas.
No obstante, los problemas de tiroides son muy comunes y, cuando esta glándula se desestabiliza, puede afectarnos tanto física como psicológicamente.
¿Cuáles son los problemas tiroideos más comunes?
El Hipotiroidismo es una de las enfermedades de tiroides más frecuentes. Sucede cuando las hormonas producidas por la tiroides (tiroxina y triyodotironina) son inferiores a lo normal. Las mujeres son más propensas a sufrir problemas de hipotiroidismo, sobre todo durante el embarazo o cuando alcanzan la menopausia. Sus síntomas son:
- Aumento de peso repentino sin importar la dieta. Esto se debe a que la cantidad de hormonas que segrega la glándula tiene una relación directa con nuestro pes
- La intolerancia al frío también es un síntoma del hipotiroidismo ya que la tiroides regula la temperatura corporal y es la responsable de mantener el calor adecuado para nuestro cuerpo.
- Cansancio y fatiga a pesar de haber descansado lo suficiente.
- La ansiedad y la depresión repentina también puedes ser un síntoma del que debemos estar atentos, ya que los desarreglos de la glándula tiroides pueden afectar a nuestro plano emocional.
- Dolores corporales y musculares sin razón aparente.
- Disminución del deseo sexual, dificultades para concebir o periodos irregulares en las mujeres pueden ser el resultado de una falta de segregación hormonal.
- Los problemas en la piel y en las uñas o una caída repentina del cabello. Estos síntomas van aumentando de manera gradual y hay que tratarlos de manera inmediata.
- Al bajar la actividad hormonal de la glándula todos los procesos corporales se ralentizan, también las funciones digestivas, que presentan problemas para eliminar los residuos, lo que puede derivar en estreñimiento. Por esta misma razón, es muy común sufrir de pérdida de memoria o de falta de concentración.
- La voz grave también es una señal de hipotiroidismo, al igual que los ronquidos.
Por otro lado, si la tiroides segrega más hormonas de las normales, estamos ante un caso de Hipertiroidismo. Al contrario que el caso anterior, esta vez nuestro metabolismo funciona más rápido de lo normal. Sus síntomas son:
- Pérdida de peso de manera inexplicable.
- Latido irregular o arritmia. Esto podría provocar una bradicardiaque en casos extremos puede acabar con un paro cardiaco.
- Al igual que en el hipotiroidismo, una mayor segregación de hormonas puede afectar a nuestro equilibrio emocional provocando insomnio, nerviosismo, ansiedad y depresión.
- Al contrario que en el hipotiroidismo, aumenta nuestra sensibilidad al calor, ya que nuestro cuerpo trabaja más rápidamente.
- Cambios en la menstruación de las mujeres, con menos flujo y con periodos menos frecuentes.
- Sudoración excesiva, temblores y caída del cabello que puede provocar una alopecia severa.
- Cambio en los ojos, comúnmente conocido como “ojos saltones” ya que la enfermedad puede afectar a las órbitas, produciendo una inflamación visible de la grasa orbitaria.
Otros problemas de tiroides pueden ser el bocio o agrandamiento de la glándula, los nódulos tiroideos, que por lo general son pequeños y no causan dolor. En los casos más graves puede causar incluso el cáncer de tiroides.
¿Cuáles son las causas de los problemas de tiroides? ¿Y cómo podemos tratarlos?
Las causas más comunes son el sedentarismo, el exceso de cafeína y alcohol, el tabaquismo, el estrés, la falta de yodo y el consumo de ciertos medicamentos.
Aparte de consumir los medicamentos recetados por el médico, es importante llevar un estilo de vida saludable con una dieta nutritiva y actividad física regular. El selenio, el yodo, el zinc, el calcio y la vitamina D son elementos que mejoran la situación de los pacientes con este problema. Además, es importante evitar azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas. Con una alimentación sana, podemos contrarrestar favorablemente los efectos.
Recuerda:
- Los problemas de tiroides suelen aparecer en la edad adulta y las mujeres son más propensas a padecerlos que los hombres.
- Algunos síntomas del hipotiroidismo son: aumento de peso, desequilibrio emocional, cansancio, falta de apetito sexual e intolerancia al frío. El hipertiroidismo en cambio, se diferencia por la pérdida de peso, latidos irregulares y aumento de la sensibilidad al calor.
- El zinc, la vitamina B y el yodo son básicos para contrarrestar los efectos de la enfermedad.