En algún momento de nuestra vidas, todos hemos sufrido inflamación y sangrado de nuestras encías o, lo que es lo mismo, una gingivitis. Una enfermedad que, al no tener unos síntomas claros, no solemos identificarla pero que puede crearnos graves problemas en la boca. Por eso, debemos saber qué pasos debemos seguir para prevenirla.
¿Porque se produce la gingivitis?
Se trata de una inflamación de las encías causada por bacterias que irritan el tejido hasta provocar la gingivitis. En un principio, podemos tratarla con una buena higiene bucal pero, si no se trata y pasa a una etapa más grave, puede derivar en periodontitis, que afecta gravemente las encías y los dientes.
¿Qué síntomas tiene la gingivitis?
Normalmente esta enfermedad no se asocia a unos síntomas claros o molestos, por lo que a menudo la padecemos sin darnos cuenta. El primer síntoma que solemos apreciar es el sangrado cuando nos cepillamos los dientes, aunque hay otros signos que pueden advertir sobre la existencia de gingivitis:
- Encía enrojecida con sangrado o inflamación.
- Pus visible alrededor de las encías.
- Mal sabor de boca o mal aliento.
- Dientes “más grandes” (tocan antes al cerrar la boca con motivo del desgaste de la encía) o dientes “flojos” (se mueven o se desplazan).
- Espacios entre los dientes.
- Hipersensibilidad al frío.
Cinco consejos para evitar la gingivitis.
Esta inflamación puede afectar a cualquier persona independiente de su edad y no presenta dolores en el primer momento. Sin embargo, podemos prevenirla mediante una buena higiene bucal y así eliminar la placa que ataca las encías mediante un cepillado diario, uso de hilo dental y colutorio:
- Cepillarnos los dientes tras cada comida con movimientos circulares, ejerciendo un poco de presión e incidiendo en la parte de las encías.
- Usar el hilo dental para acabar con los restos de comida entre los dientes que el cepillo no puede eliminar.
- Enjuagarnos la boca para mantener la boca y los dientes.
- Llevar una dieta equilibrada, rica en vitamina D, que beneficie y fortalezca nuestras encías.
- Acudir al dentista como mínimo dos veces al año para hacernos una revisión y una limpieza bucal.
Recuerda:
- Al principio no es dolorosa o no se asocia a síntomas claros, pero si no la tratamos puede causarnos graves problemas.
- Suele prevenirse con una buena higiene bucal: cepillado de dientes, hilo dental y enjuague.
- Debemos acudir a nuestro dentista para que nos revise la boca y nos haga una buena limpieza.