El embarazo psicológico en perros no es una enfermedad, sino una condición que se da habitualmente tras el periodo de celo y aparece debido al desajuste hormonal que sufren. Es un problema que afecta a gran parte de las perras alguna vez a lo largo de su vida causándoles síntomas físicos y psicológicos.
Este tipo de comportamiento suele durar entre 10 o 15 días y es importante acudir al veterinario para que considere el tratamiento oportuno y nos pueda dar recomendaciones adecuadas.
Actualmente, la esterilización es la única solución definitiva ante los embarazos psicológicos y también previene de otras enfermedades.
¿Cómo podemos saber si nuestra mascota está sufriendo un embarazo psicológico?
- Cambios de comportamiento en su forma de relacionarse con el entorno.
- Aumentan los niveles de prolactina, hormona encargada del aumento de las mamas, la producción de la leche y los comportamientos maternales. Esto hace que padezcan síntomas parecidos a los de un embarazo real.
- A nivel psicológico: irritabilidad, nerviosismo.
- En cuanto a la alimentación: pérdida del apetito, variaciones en el paso, incluso síntomas de anorexia.
- Adoptan objetos y los tratan como si fueran sus propios cachorros.
- Pueden presentar signos maternales: como la a preparación para la llegada de un supuesto cachorro, llantos o negativas a la hora de salir a pasear.
¿Qué hacer si lo detectamos?
En el caso de detectar un embarazado psicológico es necesario seguir algunas indicaciones:
- Acudir al veterinario.
- Retirar los objetos que haya adoptado como sus supuestos cachorro;
- Evitar que se lama las mamas para evitar la estimulación y la secreción de más leche.
Además, debemos intentar que haga más ejercicio físico, prestarle especial atención y darle más cariño como apoyo emocional e intentar evitar que desarrolle su instinto materno.
Recuerda:
- El embarazo psicológico en perros no es una enfermedad, sino una condición consecuente de un desajuste hormonal tras el periodo de celo.
- Normalmente adoptan actitudes maternales que le provocan cambios físicos y psicológicos.
- Se debe acudir al veterinario cuando identifiquemos los síntomas de un embarazo psicológico.