La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una reducida ingesta de azúcares libres a lo largo de toda la vida. De hecho, estos deberían suponer menos del 5% de la ingesta calórica total, tal como explica la OMS en su documento “Ingesta de azúcares para adultos y niños”. ¿A qué cantidad recomendada de azúcar se traduce dicho 5%? Unos 25 gramos de azúcar diarios.
¿Por qué es tan baja la cantidad de azúcar recomendada?
Cuando se trata del azúcar, la cantidad recomendada por dietistas y nutricionistas siempre es muy baja. Esto se debe a que una ingesta diaria elevada amenaza la calidad nutricional de la dieta. Los azúcares aportan una cantidad considerable de energía sin nutrientes específicos.
De esta manera, elevando su consumo contribuimos a un equilibro calórico positivo. Aumentamos así la ingesta de calorías general y reducimos el consumo de alimentos con calorías más adecuadas por sus nutrientes. Todo ello contribuye al aumento de peso, que se considera uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles.
Las enfermedades no transmisibles son a su vez la principal causa de mortalidad en el mundo. Estas enfermedades se clasifican en cuatro grandes grupos:
- Enfermedades cardiovasculares.
- Cáncer.
- Enfermedades respiratorias crónicas.
- Diabetes.
Sus causas más frecuentes, como ya adelantábamos, son una mala alimentación y una falta de ejercicio físico.
¿Qué son los azúcares libres?
Los azúcares libres incluyen:
- Los monosacáridos y los disacáridos añadidos a los alimentos y las bebidas por el fabricante, el cocinero o el consumidor.
- Los azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes, los jugos de frutas y los concentrados de jugos de frutas.
El principal problema de los azúcares añadidos es, por tanto, que muchas veces los consumimos sin darnos cuenta. Compramos productos ultraprocesados a los que muchas veces se les ha añadido azúcar por distintos motivos: corregir la acidez, como conservante, añadir un sabor más dulce…
Por eso, en nuestro post con consejos para comer sano en cuarentena explicábamos que es fundamental elaborar recetas caseras. Aumentar nuestro consumo de frutas y verduras y evitar el de alimentos procesados (bollería y dulces industriales, bebidas carbonatas u alcohólicas, etc.).
Es importante comprender que, además de estos azúcares añadidos, los azúcares libres también son aquellos que se extraen del alimento que en un origen los contenía de manera natural. Sucede, por ejemplo, en los zumos de frutas.
Este tipo de azúcares se comportan igual que los añadidos en nuestro organismo, por tanto, también se recomienda evitarlos.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una reducida ingesta de azúcares libres a lo largo de toda la vida. El objetivo es no amenazar la calidad nutricional de la dieta.
- El consumo de azúcar libre debería suponer menos del 5% de la ingesta calórica total, lo que equivale a unos 25 gramos diarios.
- Los azúcares aportan una cantidad considerable de energía sin nutrientes específicos. El exceso de azúcar contribuye, por tanto, al aumento de peso, uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles.