Igual que es importante tener empatía, ayudar a los demás y querer agradar al resto, etc, es importante saber decir no. En esto consiste la asertividad, es decir, expresar de manera amable lo que queremos, respetando siempre al otro pero estableciendo nuestros límites. Saber decir que no, nos evitará situaciones de estrés y malestar por hacer más de lo que podíamos, incluso cosas que nos desagradan.
¿Por qué nos cuesta decir no?
A veces, nos cuesta decir que “no” a todas las actividades que surgen en nuestra vida o peticiones de las personas que nos rodean.
- Sentimiento de culpabilidad: nos sentimos culpables por anteponer nuestras necesidades a las de nuestros amigos, familiares o compañeros.
- Responsabilidad: nos sobrecargamos de responsabilidades que no nos corresponden y que nos afectan física y psicológicamente.
- Reciprocidad: podemos llegar a pensar que nos pasará a nosotros lo mismo, lo que nos crea angustia, desasosiego e inseguridad.
El sentimiento de malestar es pasajero y a la larga nos beneficiará en nuestro día a día decir no. Debemos conocer nuestros límites para saber cuándo decir “no” a una situación y hacerlo siempre de manera clara y calmada, mostrando seguridad y escuchando a la otra parte.
¿Cuáles son los beneficios de decir no?
- Seremos menos autoexigentes para cumplir unos objetivos o metas que nos sobrepasan emocionalmente y físicamente.
- Tendremos una mejor valoración de nosotros mismos lo que mejorará nuestra autoestima personal.
- Adquiriremos una mayor capacidad de perspectiva para analizar las situaciones que vivimos y los problemas a los que nos enfrentamos.
- Comprenderemos que no podemos complacer a todos y tomaremos consciencia de qué cosas son importantes y qué personas nos valoran por lo que somos y no por los favores que hacemos.
- Aprenderemos a conocernos a nosotros mismos y nuestros límites.
- Tendremos mayor control en nuestras interacciones y evitaremos ciertos abusos que pueden afectar a nuestra personalidad y bienestar.
- Conoceremos nuestro compromiso y cuando aceptemos una petición, la haremos dando el cien por cien de nuestras capacidades.
- Seremos más coherentes y sinceros y no hacer cosas que nos desagradan por querer complacer al resto.
Recuerda:
- Decir “no” algunas veces es importante para no tener sobrecarga de tareas innecesarias.
- Es necesario reconocer y analizar nuestro nivel de estrés para poder identificar las causas.
- Debemos adoptar medidas para combatir el estrés y afrontar las situaciones con perspectiva.