El sueño es una parte fundamental de la condición biológica del ser humano. Durante el tiempo que pasamos durmiendo además de descansar nuestro cuerpo y mente, también se ven afectadas ciertas funciones cognitivas, inmunológicas y del desarrollo. Si el sueño es fundamental en etapas adultas de la vida, en periodos de desarrollo como la lactancia o la niñez lo es incluso más. ¿Cómo dormir a un bebé?
Patrones del sueño por edad
Las necesidades del sueño en los más pequeños van variando en función de su edad. A medida que los centros nerviosos -sistema encargado de graduar el ciclo del sueño- de los bebés adquieren madurez, los periodos de descanso se van adaptando a sus necesidades fisiológicas. Estas son las horas recomendadas de sueños en los bebés:
- Recién nacidos: no existe un horario de sueño definido. Más bien, éste viene asociado a las necesidades de alimentación. Durante esta etapa los lactantes suelen dormir cerca de 16 horas. Quienes tienen recién nacidos a su cargo saben que las horas de sueño no son seguidas, sino que se agrupan en intervalos de 2 a 4 horas que son interrumpidos para la alimentación.
- A partir de los tres meses: durante esta etapa empiezan a generarse los patrones de comportamiento y el bebé comienza a adquirir un ritmo del sueño constante. Los lactantes empiezan a dormir hasta cinco horas seguidas durante la noche.
- Desde los seis meses: los bebés comienzan a adquirir una percepción clara del día y la noche a esta edad. El 70% ya duerme toda la noche seguida. Debemos poner de nuestra mano y acostumbrarlos a dormir a determinadas horas.
Una vez han cumplido el año, los niños ya duermen entre 10 y 12 horas seguidas durante las noches.
¿Cómo dormir a un bebé?
Como decíamos antes, es muy importante educar el sueño de los bebés y pautar las comidas que vayan adquiriendo hábitos que les permitan dormir por las noches. Estos son algunos consejos para Dormir a un bebé:
- Hay que establecer una rutina clara, estableciendo horarios de comidas y sueño claros para que poco a poco el bebé se vaya acostumbrando.
- Crear unas condiciones adecuadas en la habitación donde vaya a dormir para facilitar el sueño.
- Debemos evitar estresar al niño antes de acostarlo. Hay que evitar los juegos y otras actividades que los exciten. Debemos hablar en tono bajo y actuar de manera relajada.
- Es recomendable darle un baño caliente antes de meterlo en la cuna por las noches, incluso darle masaje en todo el cuerpo con un aceite especial. Es la mejor manera de relajarlos.
- Debe irse a dormir cenado, para evitar que se despierte durante la noche.
- Darle alguna manta o juguete -sin luces ni sonidos- para que concilie el sueño. Debemos limitarnos a dejarlo en la cunita y no jugar con él, ya que corremos el riesgo de que se excite.
- Es normal que los bebés lloren por la noche. Nuestra primera reacción puede ser acercarnos a ver qué ocurre y, de esta manera, estamos creándole ciertas costumbres que impedirán que se duerma por sí solo en el futuro. Debemos dejar que llore hasta que se calme, terminará cayendo rendido.
Recuerda:
- Las horas del sueño van variando en función de los meses que nuestro bebé va cumpliendo. Los recién nacidos no tienen un horario definido.
- Los padres deben crear una rutina y pautas determinadas para que el pequeño termine adquiriendo un horario de sueño fijo.
- Debemos crear unas condiciones óptimas en la habitación en la que dormirá nuestro bebé.