Es posible que en algún momento quieras ahorrar para hacer una compra grande. Por ejemplo, un coche o un viaje inolvidable. Sin embargo, cuando llega fin de mes puede que te encuentres con que el margen de ahorro es bastante bajo. Probablemente esto suceda debido a los llamados gastos hormiga, que son esos pequeños gastos innecesarios que te impiden ahorrar.
Para ello, es muy importante determinar cuáles son esos gastos hormiga, con el fin de eliminarlos y aumentar el nivel de ahorro. Además, también puede ser una buena idea elaborar un presupuesto familiar, que permitirá mantener un control organizado de todos los desembolsos que se dan en el hogar.
7 gastos hormiga más comunes
Lo complicado de los gastos hormiga es que a veces no nos damos cuenta de que lo son. Estos son algunos de esos gastos innecesarios tan comunes:
- Comer fuera: no tienes que restringir todas las salidas a restaurantes, pero sí limitarlas si comes fuera por sistema o si sueles pedir a domicilio. Preparar la comida en casa no solo es más sano, sino que también es más barato.
- Salidas nocturnas: de nuevo, no dejes de salir de noche si te apetece. Ahora bien, si lo haces, ten en cuenta que se trata de un momento en el que es muy fácil gastar mucho dinero en poco tiempo. Márcate una cantidad máxima por noche y no gastes más de lo que te propones.
- Plataformas de streaming: seguro que tienes contratada más de una plataforma de streaming a la vez. Un truco para ahorrar aquí es cancelar todas menos una y cambiar de plataforma cada cierto tiempo.
- Otras suscripciones olvidadas: ¿Te acuerdas de aquel servicio que utilizabas hace tiempo y que ahora ya no? ¿O aquella membresía de cuota anual que tienes olvidada? Revisa bien tus suscripciones, incluso las anuales, porque esos cargos te pueden ahorrar una buena suma de dinero.
- Ciertas comisiones: si tienes varias tarjetas bancarias, atiende a este punto. Es posible que algunas tarjetas de crédito o débito generen comisiones cuyo importe puede llegar a ser relevante. Asegúrate de que no te cobran comisiones, por ejemplo, por sacar dinero en efectivo.
- El tabaco: si fumas y estás pensando en dejarlo, esta es tu señal para hacerlo. Algunos cálculos indican que una persona fumadora puede ahorrarse, en promedio, unos 200 euros al año si deja de comprar tabaco. Además del beneficio para el bolsillo, esto también revertirá en tu salud.
- Tus tarifas de servicios: ¿Cuánto hace que no revisas tu factura del teléfono o de la luz? Es posible que existan tarifas más adecuadas para tu situación que aquella que contrataste hace años. Además, si llamas a tu compañía, quizás puedan hacerte un descuento de fidelización.
5 gastos que no son innecesarios, aunque lo puedan parecer
Hay que tener en cuenta que no todos los servicios ni algunas cosas que consideramos caprichos tienen por qué ser gastos hormiga. Muchos de ellos son inversiones en nuestro bienestar físico y mental y debemos saber identificarlos. Estos son 5 de ellos:
- Gimnasio: mantener nuestro cuerpo activo es esencial para estar saludables. Si pasas mucho tiempo sentado en el trabajo, ir al gimnasio no es un capricho ni pasar el tiempo: es salud. Ahora bien, recuerda que también existen formas muy baratas de hacer ejercicio.
- Nutrición: somos lo que comemos y, en algún punto, es posible que necesitemos consejo profesional. Igual que ocurre con el gimnasio, si decides acudir a un nutricionista, se trata de una inversión, más que de un gasto.
- Terapia: si estás yendo a terapia o crees que deberías, no recortes tu presupuesto por ahí. Cada vez se está tomando más conciencia de la importancia de tener una buena salud mental y del peso que tiene en nuestro bienestar.
- Tus hobbies: si hay alguna actividad que te haga feliz o simplemente te entretenga, no la abandones simplemente por ahorrar.
- Escapadas: si de vez en cuando te gusta hacer una pequeña escapada, no tienes por qué renunciar a ella. Unos pocos días de turismo low-cost son un gasto muy puntual que no debería tener un gran impacto en tu cuenta bancaria.