En las últimas dos décadas, la supervivencia frente al cáncer se ha incrementado en un 20%. Esto se debe a varios factores, como el impulso de la detección precoz de tumores o la divulgación de los síntomas asociados al cáncer. Pero, sobre todo, gracias a la investigación de nuevos tratamientos. Uno de ellos, y quizás de los más prometedores, son las llamadas terapias CAR-T.
Las terapias CAR-T se las debemos al doctor Carl June, inmunólogo estadounidense que comenzó su carrera investigando el VIH. Sin embargo, su dedicación cambió por completo cuando diagnosticaron a su mujer con un cáncer de ovario. Pronto inició sus estudios el campo de la inmunoterapia contra el cáncer y, años después, crearía lo que hoy conocemos como terapias CAR-T.
¿Cómo funcionan las terapias CAR-T contra el cáncer?
Lo primero que debemos saber para comprender cómo funcionan las terapias CAR-T es que son un tipo de inmunoterapia. Una inmunoterapia es un tratamiento que consiste en “entrenar” a nuestro propio sistema inmunitario para que ataque directamente a la enfermedad.
Concretamente en el caso de las terapias CAR-T, lo que se “entrena” son los linfocitos T, que son un tipo de célula inmunitaria que crea nuestra médula ósea para combatir infecciones y elementos extraños. Hay que tener en cuenta que todas las células tumorales (que no dejan de ser elementos extraños) tienen, en su superficie, un receptor muy específico. Mediante esta terapia, se pretende enseñar a los linfocitos T cuál es ese receptor para que se active en cuanto lo detecte y, en consecuencia, elimine la célula maligna.
Así sería un tratamiento con CAR-T:
- Se extraen los linfocitos T del paciente.
- Un centro acreditado modifica y multiplica los linfocitos T para que reconozcan específicamente a las células cancerígenas.
- El paciente recibe quimioterapia previa, que ayuda a prevenir el rechazo de los linfocitos T modificados.
- Mediante una infusión intravenosa, el paciente recibe los linfocitos T modificados.
- Si todo funciona de la forma prevista, los linfocitos T modificados comenzarán a eliminar las células cancerígenas.
Los estudios apuntan a que más de un 80% de los pacientes tratados con CAR-T entran en remisión en los tres primeros meses tras el tratamiento. Sin embargo, es importante recordar que no es una terapia exenta de efectos adversos.
El más grave es una reacción llamada síndrome de liberación de citoquinas, que puede llegar a poner la vida en peligro. A pesar de ello, hoy en día es una complicación que se sabe manejar correctamente.
¿Para qué enfermedades es útil?
En la actualidad, las terapias CAR-T están demostrando su utilidad para combatir los siguientes tipos de cáncer:
- Leucemia linfoblástica aguda.
- Algunos tipos de linfoma no Hodgkin.
- Mieloma múltiple.
Si quieres obtener información sobre dónde se está tratando cada uno de estos tipos de cáncer en España, puedes visitar la web del Ministerio de Sanidad.