¿Por qué una persona decide que la filosofía va a convertirse en el centro de su vida? Esta es una de las curiosidades que nos descubre Javier Sádaba, filósofo y catedrático de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid, en esta entrega de La Mirada ASISA. Además, charlamos con él sobre la importancia de la educación y la situación actual del mundo visto desde el prisma de la filosofía.
La filosofía y la educación
“Para mí lo más importante en la vida es la filosofía. La filosofía es una forma de vida”, así comienza la conversación con Javier Sádaba. Este camino lo inició con un libro de Immanuel Kant, un aprendizaje junto a los jesuitas, la lectura de muchos más libros; la revelación llegó con el descubrimiento del filósofo, matemático, lingüista y lógico austríaco Ludwig Wittgenstein, que influirá el resto de su carrera.
Otra de las cosas importantes para el filósofo es la educación. “Hay que empezar la educación desde el principio para que los niños se abran al mundo” y por ello afirma que es necesaria una educación universal y dejar de separarnos en personas de “ciencias o letras”. “Hay que saber de todo. Es mejor volverse loco por querer saber muchas cosas que un idiota sabiendo una”, concluye. Igualmente, defiende que es necesario contar con argumentos propios para “conseguir que alguien sea él mismo y que sepa estar en el mundo”. Sádaba opina que “estamos viviendo momentos de gran imbecilidad, con una gran falta de razonamiento en la que se acepta cualquier cosa” y eso, a su entender, solo se soluciona con la educación: “Tenemos un país envidioso, celoso de estar siempre por encima del otro y se pierde el que el otro sea espejo, que se crezca con el otro, eso es una cultura digna, una visión compartida”.
Una lección que traslada como palabra clave en toda la charla es la del aprendizaje y opina que “hay que estar en constante aprendizaje, aprender a aprender, porque es vida. Hay que aprovechar el tiempo. No estemos con gente de la que no se pueda aprender y que nos hagan perder el tiempo”.
La juventud, la vejez y la situación actual del mundo
Cuando se le pregunta sobre la corriente de edadismo que hay en la sociedad, el catedrático afirma que lo que le da más miedo son “los jóvenes viejos, que dicen estar de vuelta de todo pero que no han ido a ningún sitio. Les veo poco abiertos. Pero también la línea contraria, los mayores que quieren hacerse jóvenes, lo que resulta ridículo”. Sádaba opina que hay que dar una oportunidad a los mayores, ya que tienen experiencia y de ellos se puede aprender y afirma tajante que “la discriminación del mayor es una falta de respeto a la curva de la vida” y cree que “todas las etapas de la vida tienen su momento y hay que respetarlo”.
La conversación se acerca lentamente a la situación actual del mundo, centrándose en dos ejes. El primero de ellos, la llegada de las tecnologías, como la inteligencia artificial, que para Javier Sádaba plantea varias cuestiones relevantes en las que habría que profundizar: “Quién es el hombre, la revisión de los derechos humanos ante las situaciones actuales y la pérdida de identidad del ser humano”.
Junto a la tecnología, el segundo eje que define el mundo actual es la guerra. Preguntado por los dos principales conflictos de la actualidad, la guerra de Ucrania y la situación en Gaza, Sádaba afirma que “la guerra es el fracaso de la humanidad y una situación que no resuelve nada normalmente” y que al contrario de lo que se puede pensar “la paz es una cuestión fuerte”.
La importancia de la bondad y la justicia
En esta nueva entrega de La Mirada ASISA, Javier Sádaba, filósofo y catedrático de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid, menciona dos valores que para él son fundamentales -la justicia y la bondad- y afirma contundente que juntos forman “el matrimonio idóneo. Suelo decir que me interesa una persona inteligente, pero no, lo primero es que sea buena. Y la justicia es la virtud social fundamental ante la cual todos somos iguales en el trato”.
Y pide terminar con dos frases: “La última palabra no está dicha en nada y activemos siempre, y no perdamos, la actitud utópica, estar siempre expectante de que algo nuevo ocurra, que algo pueda ser mejor”.