En una nueva entrega de “La Mirada ASISA”, el Dr. Eduardo Díaz Rubio, presidente de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), ha conversado con la Dra. María Tormo, directora de Planificación y Desarrollo de ASISA, sobre la actividad de la RANME durante la pandemia, la investigación sanitaria, además de los aprendizajes y consecuencias sanitarias que ha puesto de manifiesto la emergencia sanitaria.
Durante la pandemia, la RANME ha aumentado considerablemente su actividad dedicando su experiencia y responsabilidad con la sociedad a profundizar sobre la COVID-19 desde las diferentes especialidades de los miembros de la Academia. Así mismo, han publicado numerosos informes sobre la pandemia, además de colaborar con el Ministerio de Sanidad, la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina (ALANAM), la Federación Europea de Academias Macionales de Medicina (FEAM), etc., para conseguir una visión lo más amplia posible de la pandemia provocada por la COVID-19.
Los aprendizajes que deja la pandemia
Tras hacer un repaso a la importancia del liderazgo médico, de los valores intrínsecos de la profesión sanitaria y de la importancia de la investigación para el sector , de la integración de los jóvenes investigadores en la sociedad, el Dr. Eduardo Díaz Rubio analizó los principales aprendizajes que para él ha puesto de manifiesto la pandemia. En este sentido, ha puesto el foco sobre las personas fallecidas, las secuelas que deja en algunos pacientes y las enfermedades que se han dejado de atender por la situación de pandemia. Para el presidente de la RANME es necesaria la colaboración entre administraciones e instituciones sanitarias para crear un plan de actuación con unos objetivos que atender y con una financiación específica. A la vez, considera necesario alinearse con los objetivos de la OMS para el 2030 y la creación de un comité de crisis científico y multidisciplinar que cuente con la máxima representación de profesionales sanitarios, con expertos en diferentes áreas y con una visión plural.
El presidente de la RANME también ha destacado la importancia de impulsar una reforma de gran calado para la atención primaria y hospitalaria, recuperar la atención domiciliaria, los cuidados paliativos, rescatar la docencia y la investigación en los centros sanitarios, además de conceder más un papel más importancia al Consejo Interterritorial y el trabajo en red para ofrecer al paciente la máxima calidad en su atención.
Abordaje de las consecuencias de la COVID-19
El Dr. Eduardo Díaz Rubio incide en la necesidad de recuperar la confianza del paciente, no en el profesional, sino en el sistema. En este sentido, reconocez que el paciente ha tenido miedo a ir al hospital y aboga por garantizar las mejores condiciones para que los centros sean los lugares donde menos contagios se produzcan. Para el presidente de la RAMNE, son los profesionales los que están marcando el camino y opina que es mejor que sea la base quien marque esta consistencia y después se le de forma desde las instituciones. En esta situación, el Dr. Díaz Rubio destaca que un paciente no tratado es una pérdida de oportunidad y eso lleva al fracaso. La pandemia ha provocado que muchos pacientes con otras patologías se hayan desatendido y tendrá como consecuencia algunos resultados que no serán positivos, pero se está trabajando para recuperar la situación.
Para cerrar la conversación, el Dr. Eduardo Díaz Rubio defiende la necesidad de poner el foco en los hospitales y la atención primaria y deben existir circuitos preferentes para los pacientes de determinadas patologías que deben estar integrados desde la atención primaria hasta el último especialista y desde el trabajo en red.