ASISA adquiría en Barcelona un edificio emblemático en el barrio de la Bonanova, para poner en marcha un nuevo centro sanitario con el objetivo es ofrecer más y mejores servicios a sus asegurados y con una oferta basada en una medicina de vanguardia, que busca siempre la excelencia.
Un edificio integrado en la ciudad
Este edificio construido en 1967, tiene cinco plantas y tres sótanos en una superficie de más de 6.500 metros cuadrados. El proyecto parara convertirlo en una clínica, está en manos de los arquitectos Josep María y Oriol Armengou, y la intención es que el edificio se integre en la nueva configuración de la ciudad condal en relación a espacios verdes, sostenibles y de calidad ambiental. Este proyecto supone una inversión que superará los 10 millones de euros. El diseño cuenta con unas paredes vegetales verticales, con una cascada verde y con placas fotovoltaicas y generadores de agua cliente, que contribuyen a la sostenibilidad del edificio.
Un lienzo para el graffiti de Shafir
La valla que rodea las obras del nuevo centro médico del Grupo ASISA en Barcelona se ha convertido en un lienzo en el que el grafitero Shfir, uno de los artistas urbanos más destacados actualmente, ha realizado una de sus creaciones a golpe de espray. Unos ojos de médico, un bebé o una boca con una sonrisa anuncian la llegada del nuevo espacio de ASISA para atender a sus asegurados.
Con su estilo característico, Shfir ha conseguido dar vida a una pared de metal anodina y temporal de la calle que ahora se ha convertido en un lugar de visita obligada para cualquier amante del arte urbano de calidad.
¿Quién es Shafir?
Shafir es un ilustrador del hiperrealismo actual en España que empezó en 1.995 con el arte urbano. En sus obras utiliza diversos materiales para trazar un arte fuera de lo común: fuego sobre madera, bolígrafo sobre papel o pintura fotoluminiscente sobre lona (este graffiti es el más efímero de todos). Los retratos que parecen fotografías, humanos con cabezas de animales, realismo y ficción entremezclados, imágenes tridimensionales que cobran vida son las formas más habituales que están realizadas con aerógrafo, pinceles o rodillos.
La exploración artística es la clave de su evolución. Cada nuevo proyecto es una ruptura y un nuevo proyecto es una ruptura y un nuevo aprendizaje. Su objetivo es diseccionar la realidad y la plasma de modo gráfico, sobrecogedor a través de un filtro ácido.