Vicente Ferrero Galende, director Territorial Centro-Norte de ASISA, falleció en el hospital HLA Universitario Moncloa el pasado 18 de abril por las complicaciones derivadas de la COVID-19. Con él se ha ido uno de los mejores profesionales y, sin duda, de las mejores personas de nuestra querida familia. Su recuerdo y su legado, sin embargo, permanecerán siempre entre nosotros.
Vicente Ferrero nació en 1950 en la provincia de Zamora. Tras formarse en el ámbito económico y mercantil, prácticamente toda su trayectoria profesional estuvo vinculada a la gestión en los sectores sanitario, tanto público como privado, y asegurador.
En Adeslas conoce a muchos compañeros que le han acompañado también en ASISA. Aurora Barbero, quien trabajó 11 años con él en Adeslas, le recuerda de pie, en el quicio de la puerta: “Allí se pasaba horas, con el cigarro y el cenicero en la mesa de mi asistente, porque yo no le permitía fumar en la oficina. Me enseñó todo lo que sé. Lo que hicimos Vicente, Luis García Aparicio y yo en Adeslas es irrepetible. Nos comimos el mundo. Se nos conocía en el sector como los tres mosqueteros. Donde llegan estos, ya no hay nada que hacer, solían decir. Tocamos el cielo”.
Y así fue. Ferrero lideró la integración en su territorio de las diferentes compañías absorbidas por Adeslas en su proceso de expansión, impulsó la actividad de la aseguradora y la consolidación de su estrategia de crecimiento tanto en el seguro de salud como dental.
También en aquella época conoció a Ramón Casanova, quien destaca de él, por encima de todo, su bondad: “Era bueno por donde lo miraras. Buen amigo, buena persona, buen profesional. Siempre amable, correcto, generoso. Nunca nos falló. Su recuerdo me acompañará siempre, mientras viva”.
En 2011, Vicente Ferrero se incorpora a ASISA como gerente territorial de Madrid y, poco después, asume el cargo de director Territorial Centro-Norte y la supervisión de la gestión de la aseguradora en 15 provincias. Durante los casi 10 años que Ferrero ha ocupado esta responsabilidad, ASISA ha fortalecido su presencia en Madrid, con un significativo crecimiento tanto en asegurados como en volumen de primas.
Jaime Ortiz, quien también compartió muchos años con Vicente, destaca su inteligencia. “Se movía bien en cualquier situación. Era una especie de todo terreno, con capacidad para empatizar con todo el mundo. Atesoraba un gran conocimiento del sector asegurador y conocía bien las necesidades de cada uno de los actores de este negocio. Dominaba la conversación en cualquier ámbito. Tenía una visión”. Jaime destaca también la cercanía de Vicente y su sentido de humor. “Era un “disfrutón”. Siempre elegía el vino, y siempre acertaba. Ha sido mi mejor pareja de mus. Vicente era muy divertido, siempre tenía el chiste o la anécdota perfecta, “el de su pueblo”, como solía decir. Le voy a echar mucho de menos, su cariño y sus consejos.”
Pedro Razquin, la persona de ASISA que más años compartió con Vicente, coincide en destacar su inteligencia y su sentido común. “Vicente era un hombre muy discreto y extremadamente prudente, a veces demasiado. Había que rascar para ver su riqueza cultural y su inteligencia. Detrás de esa serenidad se escondía una enorme alegría de vivir y un fino sentido del humor”.
ASISA pierde a un hombre metódico, equilibrado y sensato, buen lector y conversador, interesado en la historia y apasionado de la gastronomía. Vicente Ferrero estaba casado y tenía cuatro hijos y cinco nietos, a quienes desde aquí mandamos todo nuestro cariño.
Vicente Ferrero se comportó siempre de manera ejemplar. Y nadie conseguirá expresar mejor su grandeza que el propio Vicente. Su compromiso con ASISA le acompañó hasta sus últimos días y lo reflejó en el mensaje que envió a su equipo desde el hospital. Sacó fuerzas de las pocas que le quedaban para escribir un mensaje del que extraemos estas frases que resumen su integridad y su altura de miras:
“Quiero agradeceros a todos vuestras muestras de interés y de cariño, pero sobre todo vuestro compromiso y vuestro comportamiento profesional con ASISA, nuestra gran familia, en este entorno nuevo y desconocido.
Os animo a que sigáis con ese espíritu, defendiendo los intereses de nuestra empresa, haciendo patente a nuestros clientes nuestra vocación de servicio y que nos sientan a su lado. Os puedo asegurar que nos lo agradecerán siempre”.
Que el espíritu de Vicente nos acompañe siempre y su legado nos sirva de ejemplo.