En casi todos los hogares es habitual hacer la compra para varios días o guardar comida sobrante para otro día. Esto hace que dentro de la nevera encontremos comida que tiene más o menos días. Es de vital importancia saber cómo conservar los alimentos para evitar el desperdicio alimentario y las intoxicaciones alimentarias.
Conocer la forma idónea de guardar cada tipo de comida y el tiempo adecuado para almacenarla nos permitirá ser más eficientes en su uso y aprovechar mejor los alimentos frescos y preparados.
Riesgos de no conservar los alimentos correctamente
En los comestibles pueden proliferar bacterias, virus y parásitos capaces de generar enfermedades en las personas. De hecho, los investigadores han identificado hasta 250 patologías relacionadas con la ingesta de comida en mal estado. Las enfermedades más comunes se dividen en tres tipos:
- Infecciones microbianas: no son visibles al ojo humano, por lo que es difícil saber si un alimento está contaminado. De este modo, la mejor opción para prevenirlas es la higiene.
- Infecciones virales: no puede replicarse en los alimentos, pero sí permanecer en ellos hasta entrar en el cuerpo. De nuevo, puede prevenirse con una buena higiene y cocinando por completo los mariscos.
- Infecciones parasitarias: las enfermedades más comunes que son transmitidas por parásitos y que pueden llegar a través de los alimentos son la toxoplasmosis, triquinosis, etc.
Consejos para guardar los alimentos sin riesgos
De cara a poder conservar la comida sin exponernos a intoxicaciones alimentarias o infecciones, existen ciertas normas que se deben seguir.
- Refrigerar o congelar lo antes posible: es importante mantener la cadena de frío. Para ello, podemos servirnos de bolsas térmicas para transportarlos y, ya en casa, guardarlos en la nevera o el congelador de inmediato. Del mismo modo, la comida preparada no debe conservarse a temperatura ambiente, sino refrigerada.
- Regular la temperatura en la nevera y el congelador: la nevera debe estar en torno a los 4ºC y el congelador a -18ºC. Esto nos ayudará a conservar las propiedades de los alimentos y, en el caso de la congelación, a eliminar bacterias como el Toxoplasma gondii o el Anisakis.
- Limpiar nevera y congelador regularmente: así se reducirá la proliferación de bacterias y evitaremos que comestibles limpios puedan contaminarse.
- Conservar los alimentos en envases cerrados: la comida sobrante deberá guardarse siempre en recipientes cerrados. Esto evitará que se contaminen de olores de otros comestibles. La excepción serían las frutas y verduras, que deben estar guardadas en envases que permitan el paso del aire.
- Etiquetar los envases: ayudará a saber cuántos días lleva esa comida almacenada y nos dará una idea aproximada de si se encuentra en buen estado. Por regla general, el pescado fresco puede guardarse durante 1 día; la carne cruda o cocinada y el pescado cocinado, entre 2 y 3 días; los envases de lácteos abiertos, los lácteos y las verduras cocinadas pueden permanecer en la nevera hasta 4 días; los platos cocinados y conservas abiertas, hasta 5 días, y los huevos, entre 2 y 3 semanas.
Qué más puedes hacer para conservar los alimentos
- Cambiar las latas por otro envase para conservar los alimentos: si abrimos un producto enlatado y no lo terminamos, deberemos trasladarlo a un recipiente de cristal o plástico que pueda cerrarse, nunca dejarlo en la lata abierta.
- No volver a congelar: al descongelar, los microorganismos en su interior se reactivan y el alimento en sí se empieza a deteriorar. Por este motivo no es recomendable volver a congelar la comida que ya se ha descongelado.
- Conservar los alimentos de acuerdo con las instrucciones del fabricante: todos los productos alimenticios que se venden deben llevar una fecha de consumo preferente, que nos indica el tiempo que el alimento conservará todas sus propiedades. Además, los fabricantes suelen indicar la mejor forma de conservación e información sobre cuánto tiempo puede permanecer abierto el producto.
Recuerda:
- La higiene y la conservación en frío son dos potentes aliados para conservar los alimentos en buen estado.
- No almacenar correctamente la comida puede dar lugar a infecciones y enfermedades de distinta gravedad.
- Mantener los alimentos bien almacenados y ordenados nos ayudará a prevenir intoxicaciones y a reducir el desperdicio alimentario.