Denominamos primeros auxilios a la ayuda (conjunto de acciones y técnicas) que se le ha de proporcionar a una persona que ha sufrido algún tipo de accidente antes de la llegada de un médico o profesional de la salud. Consisten en prestar la asistencia de forma inmediata para así poder evitar que las lesiones y el estado del accidentado empeoren.
Accidentes más frecuentes
Algunos de los accidentes, que requieren primeros auxilios, y que se producen con mayor frecuencia son aquellos relacionados con la asfixia, paro cardíaco, sangrado grave, intoxicación, quemaduras, golpe de calor e insolación, desvanecimiento, esguinces, fracturas y picaduras o mordeduras de animales.
Es obligación para cualquier ciudadano ayudar a cualquier persona que esté en peligro. En este sentido, la omisión del socorro se eleva a la categoría de delito cuando se falta a los deberes de solidaridad frente a una situación determinada, concreta y restringida, ante un peligro inminente y grave para una persona desamparada.
¿Cómo actuar ante un accidente?
Aunque cada uno de los accidentes requiere adoptar unas normas básicas de auxilio, existe una serie de medidas generales que podemos aplicar en cualquiera de las situaciones.
Primero y principalmente debemos mantener la calma en todo momento, tenemos que evitar caer en una situación de pánico y nerviosismo que nos puede llevar a tomar medidas que no sean adecuadas. Además, tampoco podemos precipitarnos, porque una medida mal aplicada puede producir desde lesiones adicionales hasta complicaciones graves.
Lo siguiente que debemos evaluar es el estado del paciente, examinar qué es lo que ha ocurrido, valorar las heridas o complicaciones que se han producido y tomar las medidas pertinentes.
Acto seguido, debemos llamar a la asistencia médica de emergencia (que pueden ser los números 911 o 112), para que se desplacen al lugar del suceso lo más rápido posible. Además a través del teléfono también es posible que nos den unas pautas o guías básicas de actuación.
Es importante ayudar al paciente para proporcionarle una respiración correcta, mediante la desobstrucción de las vías respiratorias o aplicando la técnica del boca a boca (si el paciente no respira). Además, debemos tener claro que, en ningún momento, podemos administrarle bebidas o alimentos al accidentado, así como ningún tipo de medicación u otras sustancias.
Una vez comprobadas las vías respiratorias, debemos valorar la condición circulatoria, midiendo la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, esto lo podemos estimar tomándole el pulso a la persona. Además, también es conveniente mantener al paciente con una temperatura adecuada.
Por otra parte, es fundamental que tranquilicemos a la persona accidentada indicándole que todo está bien y que de inmediato llegará la asistencia médica requerida, de este modo evitaremos que el paciente entre en una situación de crisis.
Recuerda:
- Es obligación para cualquier ciudadano ayudar a cualquier persona que se encuentre en situación de peligro, ya que de lo contrario podremos estar cometiendo un delito.
- Debemos mantener la calma en todo momento, tenemos que evitar caer en una situación de pánico y nerviosismo que nos puede llevar a tomar medidas no adecuadas.
- Debemos tener claro que, en ningún momento, podemos administrarle bebidas o alimentos al accidentado, así como ningún tipo de medicación u otras sustancias.