El ritmo de vida acelerado ha cambiado muchos hábitos en nuestra vida. Uno de los que más ha resultado alterado es la alimentación. Como solución a la rapidez y al estrés han aparecido los alimentos procesados. A primera vista son mucho más atractivos que otros más sanos, pero deberíamos evitarnos en nuestra misión de tener una vida sana.
¿Qué son los alimentos procesados?
Son todos aquellos alimentos que han sufrido cambios o pasado por algún proceso industrial antes de su consumo. Es cierto que sin este procesado habría alimentos que no podríamos consumir (pescados en conserva, algunas latas, leche U.T.H). El problema es cuando en este procesado se comenten excesos, como el aumento de azúcar, grasas o sal.
Por esta razón hay diferentes tipos de alimentos procesados:
- Mínimamente procesados:
- Fruta seca sin cascarón (nueces, almendras).
- Hortalizas/verduras listas para consumir (lechuga lavada y cortada de bolsa).
- Con algún tipo de tratamiento: alimentos congelados o cocidos, como las latas en conserva, verduras congeladas, etc.
- Con ingredientes añadidos: que alteren o mejoren sus propiedades, el caso de alimentos con edulcorantes, colorantes y conservantes.
- Muy procesados: aptos para el consumo inmediato dulces, las patatas fritas, embutidos.
- Altamente procesados: listos para su consumo inmediato, como las pizzas congeladas.
Es muy importante que cuando vayamos al supermercado prestemos atención a las etiquetas para saber qué contiene exactamente cada alimento fijándonos especialmente en los valores de los azúcares y las grasas saturadas.
Por qué evitar los alimentos procesados:
- Los alimentos han perdido parte de su aporte de vitaminas y minerales.
- Contienen cantidades excesivas de sodio que no beneficia a nuestro organismo.
- Tienen un exceso de grasas y azúcares.
- Aporte calórico elevado.
- Se asocian al riesgo de padecer algunas enfermedades como la diabetes, el cáncer, la depresión o la obesidad.
- Generan una sensación de dependencia por la que cuanto más comemos más queremos.
- No producen sensación de estar llenos, por lo que tenemos la necesidad de no parar de comerlos.
- Provocan que nuestra flora intestinal no funcione correctamente, lo que puede dificultar nuestra digestión.
Opciones saludables:
- Alimentos frescos y de temporada que no necesiten gran cantidad de aditivos para su conservación.
- Si sentimos la necesidad de consumir algo con azúcar, podemos recurrir a productos que contienen azúcares naturales como la fruta.
- Reservar un período de para cocinar, y así consumir menos este tipo de productos.
- Consumir carnes magras y compradas en carnicerías y charcuterías que no contengan mucho sal o químicos.
- Aprender a escoger los alimentos cuando hacemos la compra y fijarnos en la etiqueta de valores nutricionales.
- Si comes muchos snacks siempre los puedes sustituir por otros más saludables como los frutos secos.
Recuerda:
- Tenemos que diferenciar entre los alimentos poco procesados, o sometidos a pequeñas alteraciones, y los alimentos muy procesados que son perjudiciales para nuestra salud.
- Muchos de los productos procesados crean adicción debido a su alto contenido en azúcares y carbohidratos.
- Es importante fijarnos en las etiquetas con valores nutricionales de los alimentos cuando vamos a hacer la compra.