El melón es una fruta que, cuando llega el verano, se convierte en protagonista de las sobremesas. Proviene de Asia y África, y existen distintas variedades, siendo las más conocidas el melón verde (Piel de Sapo y Tendral) y el amarillo (Canario y Oro).
Es bastante común que surjan dudas a la hora de elegir qué melón nos llevamos de la frutería. La clave para asegurarnos de que está maduro es presionar ligeramente en el extremo del tallo. Si cede suavemente, significa que está listo para ser disfrutado.
Así beneficia a nuestra salud
Además de dulce y refrescante, el melón tiene numerosos beneficios para nuestra salud. Estos son algunos de ellos:
- Es hidratante: esta fruta está compuesta, en su mayoría, por agua. Esto lo convierte en un aliado perfecto para mantenernos hidratados durante los días calurosos de verano.
- Es rico en nutrientes: el melón es una fuente de vitaminas y minerales esenciales. Destaca su contenido de vitamina A, vitamina C y vitamina B9 (ácido fólico), así como minerales como el potasio, el fósforo, el calcio y el magnesio.
- Tiene propiedades antioxidantes: esta fruta es rica en betacaroteno, un antioxidante que se convierte en vitamina A en nuestro organismo. Este compuesto ayuda a proteger nuestras células del daño causado por los radicales libres. De este modo, contribuye a retrasar el envejecimiento y fortalecer nuestro sistema inmunológico.
- Efecto diurético y digestivo: gracias a su alto contenido de agua y su aporte de fibra, el melón tiene propiedades diuréticas y ligeramente laxantes. Así, facilita la eliminación de toxinas y ayuda a mantener un sistema digestivo saludable.
Por último, cabe destacar que esta fruta tiene un muy bajo aporte calórico. Con tan solo 35 calorías por cada 100 gramos, es una opción ideal para incluir en dietas de pérdida de peso.
Melón con jamón: una combinación tan perfecta que rima
Por lo general, el melón se consume recién salido de la nevera a modo de postre. Sin embargo, esta fruta es bien conocida por hacer el tándem perfecto junto con el jamón, convirtiéndose en el aperitivo ideal para el verano. Sigue estos 5 pasos para exprimir al máximo los sabores del melón con jamón:
- Corta el melón en rodajas y retira las semillas.
- Envuelve cada rodaja con una loncha de jamón serrano.
- Coloca las rodajas con jamón en un plato y decóralo con hojas de menta fresca.
- Rocía por encima un poco de jugo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.
- Deja reposar en el refrigerador durante unos minutos para que los sabores se mezclen.
Por último, sirve el melón con jamón como entrante refrescante y disfruta de su combinación de sabores.