El pulpo es un molusco cefalópodo que habita en los fondos rocosos del mar Mediterráneo, el océano Pacífico y parte del Atlántico. Es conocido por sus ocho brazos con filas de ventosas que le permiten atrapar a sus presas. Se alimenta de crustáceos, peces y moluscos, y tiene la capacidad de mimetizarse con su entorno.
En la actualidad, el pulpo está de temporada todo el año, aunque los meses de septiembre a abril es la época de consumo óptimo. Este periodo coincide con el de reproducción del animal, y es además cuando se acerca a la costa, lo que facilita su pesca.
Propiedades y beneficios
El pulpo destaca por su alto contenido en proteínas de buena calidad, al tiempo que es bajo en grasas y colesterol. Su aporte calórico es bajo; y su composición nutricional es bastante completa. Entre sus propiedades figuran:
- Vitamina E: es la encargada de estimular el sistema inmunitario para su correcto funcionamiento, y evita la coagulación sanguínea.
- Ácido fólico: esta vitamina participa activamente en el desarrollo del sistema nervioso, en la formación de anticuerpos y en la prevención de la anemia.
- Potasio: también necesario para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, interviene en la contracción muscular.
- Yodo: este mineral es imprescindible para la producción de hormonas tiroideas, entre otras funciones.
Cómo preparar pulpo á feira en 5 pasos
La forma de elaboración de pulpo más famosa es, sin duda, el pulpo á feira. Es una de las señas de identidad de la cocina gallega, si bien se puede encontrar en pulperías especializadas en cualquier parte de España. Hacerlo en casa puede parecer complicado, pero es posible siguiendo estos 5 sencillos pasos:
- Descongélalo: si compras el pulpo fresco es necesario congelarlo durante, al menos, tres días. También se puede comprar congelado. En cualquier caso, se debe descongelar en la nevera lentamente.
- “Asústalo”: pon una cazuela con agua al fuego. Cuando empiece a hervir, deberás coger el pulpo por la cabeza y meterlo y sacarlo rápidamente del agua tres veces. Es lo que se conoce como “asustar” al pulpo, y es necesario hacerlo para que la carne no se endurezca.
- Cuécelo: el pulpo debe cocerse durante unos 25-30 minutos a fuego medio, aunque dependerá del tamaño de la pieza. Una forma de saber cuándo está listo es pinchándolo para comprobar su dureza.
- Prepara las patatas: cuando ya esté cocido, debemos retirarlo de la cazuela y dejarlo reposar. Entretanto, pon las patatas a hervir. Si se hace en el agua del pulpo, quedarán con un tono rosado.
- Emplata: corta el pulpo en trozos con una tijera y sírvelo junto a las patatas, preferiblemente, en un plato de madera. Añade sal, pimentón al gusto y un poco de aceite.
Además, el agua resultante de cocerlo no se tiene por qué desperdiciar. Puedes reservarla para tu próxima paella o incluso para dar sabor a unas croquetas.