El rodaballo es un pescado blanco que se encuentra habitualmente en el océano Atlántico y en el mar Mediterráneo. Tiene un cuerpo ovalado y aplanado, con una cabeza grande y ojos en la parte superior. Su piel es marrón o verde oliva, con manchas y puntos oscuros.
Este es un pescado muy apreciado en la gastronomía debido a su carne blanca, firme y sabrosa, con un sabor delicado y ligeramente dulce. Se puede preparar de diversas formas, y por eso es una opción popular en restaurantes de mariscos y pescados de alta cocina.
3 beneficios del rodaballo para la salud
El rodaballo es un pescado blanco que ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud. Además, suele ser uno de los alimentos de elección en dietas con pocas calorías. Estos son los 3 beneficios clave del rodaballo para nuestra salud:
- Es saciante: el rodaballo contiene proteínas de alta calidad y poca grasa. Esto, unido al hecho de que es un pescado con pocas calorías, lo convierte en una excelente elección en dietas para adelgazar.
- Es imprescindible para personas con problemas cardiovasculares: el rodaballo es rico en potasio y pobre en colesterol, lo cual favorece el correcto funcionamiento de nuestro corazón.
- Es beneficioso incluso cuando el ácido úrico está alto: a diferencia de otros pescados blancos, el rodaballo no tiene purinas. Esto permite que las personas que deben reducir sus niveles de ácido úrico en sangre puedan obtener proteínas de calidad sin empeorar su condición.
Paralelamente, es importante tener en cuenta que este es uno de los pescados que menos mercurio contiene.
Cómo preparar un buen rodaballo al horno
El rodaballo es un ingrediente muy sencillo de introducir en la dieta, ya que es un pescado blanco al uso. En el paladar, no suele destacar demasiado, de ahí que uno de los objetivos en la cocina sea realzar su sabor. Esto es algo que se puede lograr cocinándolo al horno, como en esta receta de rodaballo con pimientos y patatas. Sigue estos 5 sencillos pasos para conseguir un plato sencillo y rápido a la par que nutritivo:
- Corta las patatas en rodajas y los pimientos en tiras.
- Sofríe los pimientos con ajo y cebolleta (al gusto) en una sartén con aceite.
- Agrega las patatas, saltea todo junto y sazona.
- Coloca el sofrito en una bandeja, riégalo con vinagre y hornea durante 12 minutos a 180°C.
- Coloca la pieza de rodaballo limpio sobre las patatas y hornea por 10 minutos más.
Por último, sirve el rodaballo con las patatas y los pimientos. Además, puedes añadirle alguna salsa sencilla (salsa verde o salsa de ajos, por ejemplo) para darle todavía más sabor.