La miel es un alimento dulce y viscoso que producen las abejas a partir del néctar de las flores. En concreto, las abejas transforman el néctar recolectado para después almacenarlo en los paneles de sus colmenas, donde madura. Estos insectos utilizan la miel para alimentar a sus larvas y asegurar su subsistencia durante el invierno.
En España, los tipos más comunes son la de romero, tomillo y azahar, y se cultivan en regiones como Extremadura, Andalucía, Castilla y León o la Comunidad Valenciana. Por ello, no es de extrañar que España sea el país con más colmenas censadas de toda la Unión Europea.
¿Cuáles son sus beneficios?
La miel es un alimento cuyo origen y variedad determinan su composición nutricional. De cualquier forma, ofrece diversos beneficios para la salud, como son los siguientes:
- Es una fuente de energía rápida: es rica en azúcares simples, principalmente fructosa y glucosa, que se metabolizan rápidamente.
- Tiene propiedades antioxidantes: contiene compuestos como flavonoides y ácidos fenólicos, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Mejora la salud digestiva: puede actuar como un prebiótico, estimulando el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino.
- Alivia la tos y el dolor de garganta: su textura viscosa y propiedades antimicrobianas la hacen efectiva en el alivio de síntomas de resfriados y gripes.
- Refuerza el sistema inmunológico: los nutrientes y compuestos bioactivos de la miel pueden ayudar a mejorar la respuesta inmune del cuerpo.
Además de estos beneficios, la miel tiene aplicaciones medicinales que han sido aprovechadas desde la antigüedad. Por ejemplo, tópicamente, la miel ayuda a hidratar y reparar la piel gracias a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Por ello, se utiliza como remedio para el acné o la sequedad, y en la curación de heridas y quemaduras.
Helado de miel con nueces, el postre del verano
La miel es un ingrediente muy versátil que puede ser una gran aliada en la cocina. Puede servir como edulcorante natural en cafés, en la repostería o incluso en la elaboración en diferentes salsas o vinagretas. Hoy te ofrecemos una deliciosa y refrescante receta en 5 sencillos pasos para poner en práctica este verano:
- Mezcla en una cazuela una taza de crema para batir, una taza de leche entera, media taza de miel, una cucharada de extracto de vainilla y una pizca de sal.
- Enfría la mezcla en el frigorífico durante al menos 2 horas.
- Lleva la mezcla al congelador y remuévela cada media hora hasta que tenga la consistencia adecuada.
- Cuando el helado esté casi montado, agrega las nueces troceadas y termina de congelarlo.
- Sirve en un bol con un hilo de miel y algunas nueces picadas más.
Con esta veraniega receta, podrás disfrutar los beneficios de la miel durante todo el verano y, a la vez, refrescarte.