La remolacha o betabel es uno de los alimentos más frecuentes en la dieta del ser humano, ya que se consume desde la prehistoria. Al principio, preferíamos sus hojas, aunque más tarde esta hortaliza desarrolló una raíz bastante más apetitosa. La remolacha gruesa y roja, que es la que conocemos hoy, existe desde hace algo más de 5 siglos.
Esta hortaliza está constituida de una pulpa densa recubierta de una piel fina de color variable, normalmente, entre rosáceo, rojizo y marrón. En su interior podemos ver círculos de color blanco, normalmente debido a los azúcares que almacena. De ahí su sabor dulce característico.
5 beneficios de la remolacha para tu salud
Igual que cualquier otra hortaliza, los beneficios de la remolacha para nuestra salud son amplios. Entre ellos están:
- Alto contenido en fibra: es una gran fuente de fibra soluble e insoluble, por tanto, ayuda al tránsito intestinal y a evitar el estreñimiento.
- Ayuda a controlar el colesterol y la presión arterial: el consumo de esta hortaliza provoca la creación de óxido nítrico en nuestro cuerpo. Esta molécula mejora la circulación y regula la presión arterial porque relaja y dilata los vasos sanguíneos.
- Es antiinflamatoria: su composición química incluye elementos que protegen nuestras células del estrés ambiental.
- Contiene carbohidratos: esta hortaliza contribuye a aumentar nuestra energía. Tanto es así, que su aporte en carbohidratos es comparable al de una bebida energética, algo que algunos estudios confirman.
- Es desintoxicante: los nutrientes que contiene este alimento pueden combatir a los radicales libres, y contribuye a las funciones depurativas de la sangre, los pulmones y el hígado.
3 formas de incluirla en la dieta
Aunque se trata de una hortaliza muy común en España, no todos la tenemos incorporada a la dieta. Sin embargo, es cuestión de ser creativos en la cocina como para añadir este alimento a nuestros platos. Estas son algunas de las posibilidades de la remolacha:
- Hummus de remolacha: cuando vayas a preparar hummus casero, añade también esta hortaliza junto a los garbanzos. Es una opción ideal para picar con nachos o crudités.
- Remolacha asada al horno: muchas veces habrás hecho patatas asadas al horno. La remolacha también se puede hacer de la misma manera: trocéalas como desees (tacos o rodajas), salpimentar al gusto y al horno entre 30 y 40 minutos.
- Añádela a la ensalada: aunque es la opción menos creativa, sí es la más rápida. Añadir la remolacha a la ensalada es una opción muy recurrida. Además, puedes hervirla o asarla primero, en función de tus gustos.