Las judías son una hortaliza que ha conquistado las cocinas de prácticamente todo el mundo. Pese a que son originarias de América Central y del Sur, ha encontrado su lugar en la dieta mediterránea, fusionando sabores y tradiciones a lo largo de los siglos.
Es habitual que, en el supermercado, encontremos dos variedades principales de judías. Las planas tienen un sabor más intenso; y las finas y redondas son más suaves. Además, están de temporada ahora mismo, por lo que este es un momento perfecto para su consumo.
¿Cuáles son sus beneficios?
Las judías son un alimento con un muy bajo aporte calórico, fundamentalmente, debido a la presencia de hidratos de carbono en sus semillas. Aunque no destacan por su contenido en proteínas, se configuran como una fuente de fibra aceptable. Estos son algunos beneficios de las judías para nuestra salud:
- Regulan el azúcar y el colesterol: la fibra soluble regula la velocidad de absorción de azúcares. Esto beneficia a quienes sufren de hiperglucemia o hipercolesterolemia.
- Favorecen la digestión: la fibra también es la responsable de regular nuestro tránsito intestinal. Se conoce que esta hortaliza es especialmente útil para aliviar el estreñimiento.
- Controlan la hipertensión y la retención de líquidos: el alto contenido de potasio y la baja cantidad de sodio favorecen la eliminación de líquidos. Esto puede ayudar en casos de hipertensión, gota o cálculos renales.
- Previenen enfermedades cardiovasculares: la vitamina C, los betacarotenos y los antioxidantes presentes en las judías contribuyen a proteger nuestro corazón.
- Tienen propiedades antioxidantes: por otro lado, la vitamina C convierte a las judías en un potente antioxidante, combatiendo los radicales libres y ralentizando el envejecimiento celular.
- Fortalecen los huesos: la presencia de silicio favorece el aumento de la densidad ósea.
Es importante destacar que las judías verdes no se deben consumir crudas. No solo pueden resultar difíciles de digerir, sino que también contienen una sustancia tóxica llamada faseolina, la cual se elimina durante la cocción. De ahí que sea habitual hervirlas.
¿Has probado las judías en crema?
Lo más común es hervir las judías para que sirvan de acompañamiento en otros platos. Sin embargo, podemos ser algo más creativos, por ejemplo, transformándolas en una crema ideal para los días de invierno. Sigue estos 5 sencillos pasos para lograrla:
- Pocha en una olla con aceite una cebolla y dos patatas.
- Incorpora un kilo de judías verdes limpias y cortadas junto a un litro y medio de caldo.
- Cocina durante unos 30 minutos hasta que las judías estén tiernas.
- Vierte la mezcla en una batidora junto a 250 ml de nata líquida.
- Tritura hasta obtener una crema suave y salpimienta al gusto.
Las judías no solo son parte de la dieta mediterránea: son un ingrediente imprescindible en una alimentación sana. Con recetas como esta, aprovecharemos los beneficios de esta hortaliza y favoreceremos nuestra salud.