Así afecta el desamor a nuestra salud

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El amor es química. Este sentimiento, sensación o estado mental y físico no se ha escapado al estudio científico, por lo que esas ‘mariposas’ que notamos en nuestro estómago cuando estamos enamorados también tienen una explicación. Pero, y ¿el desamor?

Investigadores de la University College de Londres descubrieron en 2013 que las personas enamoradas presentan una sobreestimulación de ciertas regiones cerebrales, asumen una visión más positiva de la realidad y liberan en mayor medida hormonas como la dopamina, la serotonina y la oxitocina. Todas ellas están asociadas con el placer y la felicidad.

¿Cómo nos afecta el desamor?

Pero no sólo el amor nos afecta. El desamor también tiene consecuencias físicas evidentes y que van variando en función del estado emocional de la persona. El desamor provoca estados de estrés emocional y ansiedad que se pueden llegar a somatizar y afectar a nuestra salud.

Cuando atravesamos estos episodios emocionales, nuestro sistema inmunitario es uno de los principales damnificados. El estrés puede ir acompañado de una bajada de las defensas, lo que facilita la aparición de ciertas enfermedades, y los cuadros de ansiedad y la pérdida de autoestima son una pareja nefasta que, en ocasiones, terminan por desembocar en la temida depresión.

Las consecuencias físicas son variadas. Van desde la pérdida de peso hasta los trastornos del sueño, pasando por el malestar generalizado. Y es que el estrés que produce el desamor o la pérdida de la pareja, en las situaciones más extremas, puede llegar a provocar complicaciones muy graves. Existe evidencia científica de ello. El British Medical Journal publicó en 1969 los demoledores resultados de un estudio en el que se observó a más de 4.000 viudos mayores de 55 años. Se concluyó que el riesgo de muerte aumentó en un 40% en los primeros seis meses tras la pérdida de la pareja, siendo los ataques cardiacos la principal causa de mortalidad.

Cinco consejos para enfrentarlo:

Existen ejercicios y actitudes a adoptar que nos ayudarán a plantarle cara a este sentimiento:

  • Tenemos que situarnos y darnos tiempo: tras una ruptura o pérdida de la pareja, atravesamos varias etapas que van desde la ira hasta la tristeza. No debemos actuar impulsivamente.
  • Familia, amigos y compañeros deben ser nuestros principales puntos de apoyo. Es fundamental compartir con ellos lo que nos preocupa, agobia o entristece, no debemos sentir vergüenza de abrirnos junto a aquellos que nos quieren.
  • Debemos evitar aquellas situaciones que no nos hacen bien.
  • Es fundamental mantener la mente ocupada y practicar ejercicio para liberar tensiones.
  • Por último, debemos evitar en el corto plazo las situaciones, objetos y recuerdos que nos retrotraigan a esa etapa que nos puede terminar por causar un daño emocional.

En definitiva, debemos mirar hacia delante, rodearnos de nuestros seres queridos y no recrearnos en las situaciones que nos dañan.

Recuerda:

  • El desamor provoca estados de estrés emocional y ansiedad que se pueden llegar a afectar a nuestra salud.
  • En caso de ruptura debemos apoyarnos en las personas que nos quieren y evitar refugiarnos en actitudes dañinas para nuestra salud.
  • Mantener la mente ocupada y practicar deporte constituyen el binomio perfecto para superar los momentos más difíciles.