Una de las enfermedades respiratorias que más preocupan a los padres es el asma infantil. De acuerdo a la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma es una enfermedad crónica que provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones. Además, es una enfermedad frecuente en niños, por lo que es importante aprender a detectarla a tiempo.
En este artículo repasamos algunos de los síntomas más comunes del asma infantil y el tratamiento más adecuado, y pautas para saber cómo actuar frente a las crisis asmáticas.
¿Cómo saber si un niño tiene asma?
El polen, los ácaros, la contaminación atmosférica, algunos alimentos como la leche o los frutos secos… Hay muchos y diferentes agentes externos que desencadenan las crisis de asma en niños. También hay casos en los que entran en juego otros factores como el sobrepeso, los cambios hormonales (pubertad) o las infecciones respiratorias.
Entre los síntomas típicos del asma infantil destacan:
- Tos seca: aparece al realizar un esfuerzo, al reír, al estar mucho tiempo expuesto al frío, etc.
- Dificultad para respirar: se manifiesta como una opresión en el pecho, o se percibe como una sensación de falta de aire (disnea).
- Sibilancias: silbidos o pitidos en el pecho que surgen cuando el aire pasa por las vías respiratorias que se están obstruidas.
Tratamiento recomendado del asma infantil
Si tu hijo o hija presenta los síntomas característicos del asma infantil pero no tiene este diagnóstico, es importante acudir al pediatra. El especialista realizará algunas pruebas para diagnosticar el asma, como la medición del flujo respiratorio, una radiografía de tórax o un estudio de alergia.
Uno de los mitos más extendidos sobre el asma es que solo es necesario un inhalador cuando se sufre un ataque. Aunque es cierto que la gran mayoría de los tratamientos para el asma se utilizan de forma inhalada, hay algunos que son de uso diario, como parte del tratamiento. En aquellos casos en los que la tos y la fatiga aparecen con frecuencia, suele ser necesario administrar un tratamiento antiinflamatorio de forma prolongada, como los corticoides inhalados.
La otra parte importante del tratamiento para el asma infantil se centra en eliminar los desencadenantes de los ataques de asma, como pueden ser los alérgenos a los que el niño o la niña es sensible, el polvo, la contaminación del aire, etc.
¿Qué hacer en caso de una crisis asmática?
Una crisis de asma es un episodio agudo de tos, opresión y ruidos en el pecho que puede empeorar por la noche y con el ejercicio. En este caso es fundamental mantenerlo en reposo, preferiblemente sentado, en un ambiente tranquilo y sin humo. Si tiene un un inhalador o una medicación diaria, es importante administrarlos para evitar recaídas.
Si no se aprecia una mejoría clara, hay que acudir al ambulatorio o consultar al servicio de urgencias.
En cualquier caso, es fundamental consultar con el médico cuál es el tratamiento adecuado y seguir sus recomendaciones sobre lo que deben hacer en el caso de que el niño empiece con tos o dificultad para respirar.
Recuerda:
- El asma es una de las enfermedades respiratorias más frecuentes en niños.
- La tos seca, la dificultad para respirar y las sibilancias son los síntomas característicos del asma infantil.
- La gran mayoría de los tratamientos para el asma infantil se utilizan de forma inhalada.
- Si tu hijo o hija sufre una crisis asmática, es fundamental utilizar un inhalador o administrar la medicación diaria recomendada por su pediatra.