El amor propio es un aspecto básico del bienestar emocional. Se suele definir como la aceptación y estima que una persona tiene por sí misma y con la que espera ser tratado por los demás. Al aumentar el amor propio, también conformamos una personalidad segura, confiada y empática con los demás.
Al hablar de amor propio, podemos encontrar dos vertientes: una positiva y una negativa. El amor propio positivo está relacionado con la autoestima, la autorregulación y la propia conservación. Por el contrario, el amor propio en sentido negativo es aquel que cae en el egoísmo y la soberbia. Construir nuestro amor propio de una forma positiva, nos puede ayudar también a sobreponernos a traumas emocionales y a construir relaciones más saludables.
Cómo saber si necesitas aumentar tu amor propio
A algunas personas les cuesta reconocer la falta de autoestima. Por eso, es importante saber identificar esta carencia para poder ponerle remedio. Cuando constantemente se duda de uno mismo, puede tratarse de un indicador de falta de amor propio. Estas personas también suelen presentar miedo a expresar sus opiniones y a recibir opiniones negativas de los demás. También son comunes los pensamientos negativos y los juicios hacia los demás, que suelen estar condicionados por la percepción de nosotros mismos.
Si nos identificamos en estos comportamientos, sabremos que es momento de comenzar a trabajar para mejorar nuestro amor propio.
5 pasos para desarrollarlo
- Aprende a perdonarte y aceptarte: para poder apreciarnos, es imprescindible comprendernos y perdonarnos. De la misma forma que somos empáticos y perdonamos a los demás, debemos aplicarlo a nosotros mismos.
- Céntrate en las cosas que haces bien: recuérdate a ti mismo las cosas que haces bien, felicítate y prémiate por ellas. Es importante reforzar nuestra autoestima a través de nuestros logros, ya sean escolares, laborales, familiares o de otro tipo.
- Exprésate sin miedo y con firmeza: debemos encontrar un equilibrio que nos permita expresarnos libremente, pero sin dañar a otras personas. Esto nos permitirá mantener relaciones más equilibradas, honestas y, cuando sea necesario, marcar límites con otras personas.
- Cuida tu salud física y mental: intenta dedicar tiempo a hábitos que tengan un impacto positivo como el ejercicio, la meditación, la lectura, las actividades al aire libre o, simplemente, el descanso. Además, es importante elegir bien a nuestro círculo más cercano para que representen una influencia positiva y alejar a las personas que nos dañan o nos transmiten emociones negativas.
- Acepta las cosas que están fuera de tu control: intentar controlar todo lo que sucede en nuestro entorno nos generará gran ansiedad y una constante sensación de fracaso. Debemos aceptar que los demás tomen decisiones que no nos gustan y lidiar con ellas.
Nuestro amor propio puede haberse visto afectado por vivencias del pasado o por personas de nuestro círculo cercano. Sin embargo, esto no debe desanimarnos, ya que es un aspecto del bienestar emocional que puede trabajarse y mejorarse.
Recuerda:
- Aumentar el amor propio nos ayuda a conformar una personalidad segura y empática y a establecer relaciones saludables con los demás.
- Aunque vivencias pasadas hayan dañado nuestro amor propio, existen técnicas que podemos aplicar para recuperarlo.
- Si habitualmente dudamos de nosotros mismos o tenemos miedo a expresarnos, es posible que necesitemos reforzar nuestro amor propio.