El aceite de oliva es uno de los pilares básicos de la dieta mediterránea. Su suave sabor y sus múltiples propiedades le han dado el sobrenombre de oro líquido y es uno de los elementos más codiciados de nuestra gastronomía, sobre todo en países donde no existe la tradición olivera.
Por su parte, la mantequilla, más popular en países como Norteamérica, Inglaterra o Alemania; es un producto lácteo que se obtiene a partir de la grasa de la leche. Su aporte calórico es muy elevado y durante años ha sido considerado un alimento poco recomendable para la salud cardiovascular.
¿Qué propiedades tiene el aceite de oliva?
Actualmente se le atribuyen múltiples beneficios tanto para la salud como para la belleza ya que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y es un humectante natural para la piel.
- Su aporte en grasas monoinsaturadas y ácido oleico (Omega 9) reducen las posibilidades de padecer una enfermedad coronaria.
- Tiene acción antiinflamatoria que ayuda a reducir dolores musculares.
- Controla el colesterol y disminuye la tensión arterial.
- Es un gran antioxidante gracias a su alto contenido en vitamina E.
- Aumenta el colesterol bueno y ayuda a disminuir el malo.
- Se asocia a la prevención de diversos cánceres como el de colon, mama o próstata.
¿Y cuáles son las propiedades de la mantequilla?
- Aporta grandes cantidades de vitamina A, que fortalece el sistema inmunitario, y D, indispensable para la salud de nuestros huesos.
- El ácido araquidónico que se encuentra en la manteca está vinculado con una buena salud de los riñones, del hígado y de la inmunidad.
- Alta cantidad de yodo, que regula el correcto funcionamiento de nuestras células, y sodio.
- Alto contenido en grasas saturadas.
- Elevado aporte calórico.
Entonces, ¿es mejor cocinar con aceite de olvida o con mantequilla?
Las grasas animales son más saturadas que las vegetales, por lo que el cuerpo absorbe peor la manteca que el aceite de oliva. Además, este tipo de grasos contribuyen a la aparición de colesterol mientras que las insaturadas, presentes en el aceite de oliva, favorecen a su reducción.
Por esto, la mantequilla no es recomendable para personas con problemas nutricionales o estén en proceso de adelgazar. Pero si hay una razón de peso para elegir el aceite antes que la mantequilla a la hora de cocinar, es por su comportamiento a altas temperaturas.
La temperatura media para cocinar suele ser de 180º. En ese momento se produce un cambio en las estructuras moleculares de los aceites y grasas que utilizamos ya que reaccionan con el oxígeno. Este proceso, conocido como oxidación, forma aldehídos y peróxidos lípidos, que han sido asociados a un mayor riesgo de cardiopatías y cáncer. El aceite de oliva humea, es decir, cambia su composición; a 210 º mientras que la mantequilla lo hace a solo 110º, por lo que es muy poco recomendable freír con manteca ya que aparecen elementos muy perjudiciales para nuestra salud.
Recuerda
- Aunque la mantequilla tiene vitaminas, su alto contenido en grasa y su aporte calórico la convierten en un alimento poco recomendable para la salud.
- Si no quieres dejar de tomar manteca, mejor hazlo en crudo y no la utilices para cocinar.
- Está demostrado que el aceite de oliva es la mejor opción para ya que su descomposición química se da a mayor temperatura que cualquier otro aceite o grasa.
- El aceite de oliva tiene muchísimas propiedades ya que es una fuente de vitamina E y reduce las posibilidades de padecer una enfermedad coronaria.