Entre los productos más conocidos de nuestro país se encuentran el gazpacho y el salmorejo. Estos dos platos típicos del verano pueden tomarse de distintas formas y son un aliado perfecto para ayudarnos a combatir el calor y las altas temperaturas.
¿Qué diferencias hay entre el gazpacho y el salmorejo?
Aunque ambos platos comparten estacionalidad (verano) y origen (Andalucía), existen algunas diferencias que hacen que cada una de estas recetas sean únicas. En primer lugar, el Salmorejo se compone exclusivamente de una verdura (el tomate) mientras que al Gazpacho también se le añaden otras hortalizas como el pepino o el pimiento. Además, cabe destacar que para hacer gazpacho es necesario que utilicemos agua (y en el salmorejo no). Por último, el salmorejo contiene una mayor proporción de ajo y es mucho más espeso que el gazpacho. Esto se debe a que se utiliza más pan en su elaboración.
Beneficios de estos platos
Además de ser muy refrescante y sabrosos, estas dos recetas nos aportan una gran cantidad de beneficios para nuestra salud. Según un estudio llevado a cabo, el gazpacho y el salmorejo ayudan a prevenir el cáncer de colon. Los beneficios que aporta el aceite de oliva, junto con el tomate, contribuyen contra el desarrollo del cáncer colorrectal.
Asimismo, cada uno de ellos por separado también posee una gran cantidad de propiedades para nuestro organismo:
Gazpacho:
- Alivia la fatiga y nos ayuda a hidratarnos. Gracias al alto contenido en agua y sales minerales, permite que nuestro cuerpo combata el calor de forma equilibrada, elimine toxinas y proporcione mayor energía al organismo.
- Nos protege del sol y aumenta la duración del bronceado. Esto es especialmente beneficioso durante las épocas de verano. Gracias al licopeno, a la vitamina C y al caroteno, la melanina de la piel se activa prolongando el bronceado y ayudando a la piel a protegerse del sol.
- Receta dietética. Está elaborado a base de ingredientes con un aporte calórico muy bajo y con un alto contenido en antioxidantes naturales y fibra que mejora el tránsito intestinal.
- Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares. Sus ingredientes poseen un efecto vasodilatador que permite controlar la presión arterial (especialmente bueno para la hipertensión).
Salmorejo:
- Ayuda a combatir el envejecimiento interno y externo. Esto se debe a las múltiples propiedades antioxidantes del tomate o el ajo.
- Supone un aporte energético equilibrado para nuestro organismo. La miga de pan incorpora los hidratos de carbono complejos necesarios para ello.
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. El aceite de oliva virgen contiene grasas saludables y antioxidantes que gracias a su excelente perfil de ácidos grasos cardiosaludables contribuye a proteger el organismo de factores externos.
- Contribuye al correcto funcionamiento de nuestra circulación. Esto se debe a las propiedades del ajo, que ejerce un efecto vasodilatador.
¿Podemos elaborarlos de forma casera?
La respuesta es sí, y además es la mejor forma de consumir estos alimentos. De este modo, nos aseguramos de que sean lo más saludables posibles y que no contengan ningún tipo de conservantes.
Además, la ventaja de estas dos recetas está en que son fáciles y rápidas de preparar y que los ingredientes podemos encontrarlos en nuestra nevera de forma habitual.
- Ingredientes del salmorejo:tomates maduros, ajo, pan duro, aceite de oliva y sal.
- Ingredientes del gazpacho: tomate maduro, un poco de ajo, pan duro, pepino, pimiento verde, pimiento rojo, cebolla, zanahoria, comino, agua, aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta.
Por último, si somos de aquellos que nos gusta cuidar la línea, o estamos intentando controlar nuestro peso, lo mejor será que en ambos casos controlemos las cantidades de aceite de oliva y pan.
Recuerda:
- El gazpacho y el salmorejo contienen numerosos beneficios para nuestra salud. Entre ellas destaca sus propiedades antioxidantes.
- Estos dos platos son un gran aliado para combatir las altas temperaturas y nos refrescan durante la época de verano.
- Nos ayudan a prevenir algunos tipos de cáncer (como el cáncer de colon) y determinadas enfermedades cardiovasculares (como la hipertensión).