La creatividad se puede definir como tener ideas diferentes que aporten algo nuevo a la realidad circundante. No es solo un valor artístico, ya que existe en todos los órdenes de la vida, aún en los que parecen más cartesianos porque el mundo de las ideas y, sobre todo, de las ideas nuevas, es el mundo de los creadores. Son estos quienes innovan en cualquier campo del arte o del conocimiento. Peo ¿cómo estimular la creatividad?
Crear no es una actividad que aparezca por generación espontánea. Cada uno tiene que poner de su parte. No en vano se dice que la creatividad es intrínseca al ser humano y que todas las personas son creativas. Es básico realizar actividades que fomenten la creatividad, que ayuden a que se encienda la bombilla y podamos ofrecer algo nuevo y diferente a la sociedad.
Las cuatro etapas de la creatividad
La creatividad tiene una serie de etapas a seguir, como forma de un proceso. ¿Cuáles son?
- La preparación: hay que alimentar a la mente con información y entender aquello a lo que nos enfrentamos para dar una solución o para crear algo sobre ello.
- La incubación: la mente da vueltas sobre un asunto buscando nuevos caminos para responder a preguntas que el mismo cerebro se plantea o que la sociedad no decodifica.
- La iluminación: se enciende la bombilla, o cómo diría Arquímedes, cuando descubrió su famoso principio: eureka.
- La verificación: además de parecer una buena idea, tiene que funcionar. Y hay que comprobar que, efectivamente, funciona.
La creatividad no tiene edad, aunque se estimula de manera distinta según el periodo de la vida de una persona.
¿Cómo estimular la creatividad?
En primer lugar, podemos poner en marcha una serie de hábitos diarios que pueden ayudar a potenciar la creatividad.
- Madrugar: muchas de las figuras más creativas del mundo tienen en común levantarse temprano. ¡Hazlo con energía con estos consejos!
- Hacer ejercicio: tener buena salud y hacer ejercicio a diario ayuda a estar más despejado, feliz y ser más productivo. 9 de cada 10 personas se sienten más creativas después de ejercitarse, según un estudio de Stanford.
- Adquirir conocimiento: ya lo dijo Pablo Picasso, si te viene la inspiración, es mejor que te encuentre trabajando. No hay creatividad sin un trabajo previo, sin aprender, sin tener conocimientos que serán la base de toda creación.
- Ejercitar la imaginación y la memoria: el objetivo es transformar el estudio y el trabajo en nuevas ideas. Ve a un sitio nuevo, escucha música, dibuja, busca referencias, realiza actividades que te motiven.
- Actitud positiva: enfréntate a la vida de forma proactiva y con vitalidad. Y permítete tener fallos.
- Aprende a trabajar en cualquier entorno.
- Replantéate tus conocimientos y tu cultura. Descubre la importancia de las aficiones y acércate a alguna nueva.
- Descansa: también es importante el descanso, dormir 8 horas diarias y relajar la mente.
Técnicas para desarrollar la creatividad
Además de esos hábitos diarios, existen ejercicios para estimular la creatividad. Veamos unos ejemplos:
- El borrador: se trata de hacer un esquema con todas las ideas que se tengan sobre un asunto concreto. De ahí se busca información sobre todo y, ya sobre el papel, buscamos las interconexiones para que aparezca la idea final.
- Good bad interesting: método puesto en marcha por el psicólogo Edward de Bono, gran teórico del pensamiento lateral y la resolución de problemas, que consiste en poner en un papel algo bueno, algo malo y algo interesante sobre la idea que queremos trabajar. Observar y analizar lo escrito nos ayudará a trazar un nuevo vector creativo.
- Group sketching: pensamiento grupal. Reunión de varias personas que van dibujando en folios sus ideas para luego intercambiarse los mismos y seguir desarrollando el dibujo. Ofrece interesantes resultados muy creativos.
- SCAMPER: se trata de escribir textos y hacerse preguntas sobre lo escrito con el fin de flexibilizar nuestras ideas a través de la crítica.
- Conexiones forzadas: escribimos en dos columnas varios conceptos numerándolos. Por azar conectamos las ideas de las columnas para ver dónde nos lleva esa unión azarosa.
- El problema de la vela: creado por el psicólogo Karl Duncker para ver si las personas podíamos utilizar objetos de manera distinta al uso que se les da habitualmente. Se utiliza una vela de cera y dos cajas llenas de cerillas y chinchetas. El objetivo es que la vela quede pegada a una pared sin que se derrame la cera en el suelo.
Recuerda:
- La creatividad se fomenta a través del trabajo y en todas las edades de la persona.
- Hay un proceso creativo que consta de cuatro fases: preparación, incubación, iluminación y verificación.
- Podemos poner en marcha una serie de hábitos diarios que pueden ayudar a potenciar la creatividad: madrugar, hacer deporte, adquirir conocimiento, etc.
- Además, hay una serie de ejercicios y técnicas que nos ayudan a ser más creativos.