La sabiduría popular dice que tomar agua con limón por las mañanas es bueno, pero ¿tiene realmente tantos beneficios? Esta idea sencilla y económica ha demostrado múltiples ventajas para nuestro cuerpo. Y es que la forma en la que comenzamos nuestro día afecta a toda nuestra jornada, así que toma nota para saber cómo hacerlo correctamente.
Empezar el día tomando agua siempre es un acierto, ya que después de todas las horas de sueño, nuestro cuerpo suele tener una gran necesidad de hidratación. Si a ello le añadimos unas gotas de limón exprimido, no solo nos hidrataremos, sino que además tendremos todas las propiedades saludables de esta fruta.
El ácido cítrico presente en el limón nos ayudará aliviar la sed más rápidamente que si tomásemos el agua sola. Además, esta fruta contiene potasio, vitamina C y otras vitaminas y minerales que ayudan a nuestro cuerpo. Por otra parte, en comparación con otros cítricos como la naranja, el limón aporta menos azúcar y calorías, por lo que su composición nutricional es más beneficiosa.
Cómo preparar nuestra agua con limón
Calienta un poco de agua, preferiblemente de manantial, sin que llegue a hervir. A continuación, exprime el zumo de medio limón bien maduro y, muy importante, no añadas azúcar. Lo ideal es que el agua esté tibia, pero en verano puedes tomártela fría si lo prefieres, como si fuese un vaso de limonada.
Si quieres darle un toque extra de sabor a tu agua con limón, puedes añadirle un toque de jengibre o cúrcuma, una hoja de menta o incluso un trocito de la corteza del propio limón.
Como muchos buenos hábitos, los efectos positivos son más notables cuando se es constante. Sin embargo, en momentos de mucho estrés o si se están realizando cambios en la alimentación, es recomendable limitar el agua con limón a una vez cada dos días.
Múltiples beneficios para nuestro organismo
A menudo la sabiduría popular termina demostrándose cierta y, en este caso, la ciencia da la razón a nuestros mayores. El agua con limón ha demostrado tener multitud de beneficios para nuestro organismo.
- Contribuye a reducir los síntomas de la mala digestión como el ardor, los gases o la acidez. Además, el agua tibia estimula el tracto gastrointestinal, por lo que también nos ayudará a ir al baño con más regularidad.
- Tiene una importante función diurética, que nos ayudará a eliminar las toxinas del cuerpo.
- La vitamina C contribuye a fortalecer el sistema inmunitario y ayuda a la absorción del hierro presente en otros alimentos.
- Los flavonoides y la vitamina C tienen efectos antioxidantes que ayudan a reducir el daño celular y a contrarrestar los radicales libres, lo que ayudará a evitar la aparición de manchas y arrugas en la piel.
- El ácido ascórbico y los flavonoides presentes en el zumo de limón tienen propiedades antiinflamatorias.
- El citrato presente en el limón contribuye a evitar la formación de cálculos renales.
- El zumo de limón ayuda a aliviar la gingivitis y el dolor de dientes. Pero, cuidado, el ácido cítrico puede dañar el esmalte, así que no olvides cepillarte los dientes justo antes de tomar el agua con limón, o bien tómate la bebida y espera un rato antes de lavártelos.
Recuerda:
- Aunque lo habitual es tomarla tibia, puedes variar la temperatura en función de lo que te apetezca más.
- Puedes añadir la propia cáscara del limón, alguna especia de tu gusto o una hoja de menta.
- El zumo de limón puede dañar el esmalte, así que lávate los dientes antes de tomarlo o bien, espera un rato para lavártelos después.