Seguro que lo has vivido alguna vez. Te das un golpe y el dolor es tan grande que hasta te hace gritar, sin embargo, un amigo le pasa lo mismo y…como si no pasase nada. ¿Por qué a unas personas les duele más que a otras? Esto es lo que se conoce como el umbral del dolor.
El dolor y el umbral del dolor.
El dolor es una señal de nuestro cuerpo, de nuestro sistema nervioso, que nos avisa de que algo no va bien. Y es aquí donde aparece el umbral del dolor, es decir, la intensidad mínima de un estímulo que despierta la sensación del dolor. En resumen, la capacidad de los seres humanos para soportar la sensación de dolor y cómo reaccionamos.
Normalmente se dice que un umbral alto tolera mejor el dolor mientras un umbral bajo de dolor se define como aquella persona que no “aguanta” bien el dolor.
¿Tenemos todos el mismo umbral del dolor?
Y la guerra de los sexos también llega al dolor. Nos ha acompañado durante generaciones el pensamiento de que los hombres son más fuertes físicamente, pero que las mujeres toleran mejor el dolor. ¿Esto es cierto?
¿De qué depende la tolerancia al dolor?
Existen diferentes investigaciones que han intentado arrojar luz sobre el tema. En 2002, científicos de la Universidad de Ontario descubrieron una proteína responsable de la transmisión de los estímulos dolorosos que se comporta de manera diferente según el sexo. La proteína GIRK2 juega un papel fundamental en la sensación del dolor y la resistencia a los analgésicos en los hombres. Esto no ocurre, sin embargo, con las mujeres.
La Universidad de Standford, por su parte, analizó las historias médicas de miles de pacientes en EEUU y halló que las mujeres son quienes más reportan quejas sobre el dolor. Los resultados, publicados en el Journal of Pain, aluden a cuestiones psicológicas y emocionales que para ayudar a explicar dichas conclusiones. Otros estudios de carácter epidemiológico sugieren que las mujeres son más propensas a padecer ciertas enfermedades con dolor clínico.
Razones que pueden explicar el umbral del dolor
A pesar de que los diferentes estudios sugieren que los hombres pueden ser más tolerantes al dolor, no existe una postura única sobre el tema en la comunidad científica.
Y es que son muchas las razones que podrían explicar la tolerancia al dolor según los sexos:
- Biológicas: existen mecanismos hormonales y biológicos para enfrentarse al dolor que son diferentes según los hombres y las mujeres. Sin embargo, aquí entran en juego otros factores que no dependen directamente del sexo. El doctor Alfonso Carregal, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española del Dolor, indicaba en una entrevista en 2017 con InfoSalus que “más allá del mito de resistencia al dolor de uno u otro sexo, creo que las pocas verdades objetivas se podrían resumir en que las mujeres tienen más dolor pélvico, quizás en relación, entre otras cosas, a los problemas de los embarazos y partos; tienen dolor asociado a la menstruación”.
- La genética: también afecta al desarrollo del dolor, habiendo personas que presentan menos resistencias que otra, independientemente de su sexo.
- Emocionales: la ansiedad o el estrés también pueden incidir directamente en la percepción del dolor, haciendo que el enfermo no controle las reacciones del organismo. Además, quienes sufren problemas emocionales tienden a somatizar sus trastornos psicológicos.
- Aspectos ambientales: los malos hábitos de conducta, como el tabaquismo o la obesidad, o la contaminación también pueden llegar a afectar a la percepción del dolor, ya que, en casos graves, pueden llegar a alterar funciones biológicas.
Recuerda:
- Existe una proteína que en los hombres juega un papel fundamental en la sensación del dolor y la resistencia a los analgésicos en los hombres, algo que no ocurre con las mujeres.
- No hay unanimidad en la comunidad científica para determinar que la incidencia del dolor afecte de manera diferente en función del sexo.
- Las razones que pueden explicar la tolerancia al dolor son biológicas, genéticas, emocionales o ambientales.