El helado es, probablemente, el alimento más típico del verano. Desde los más sencillos, como los helados de hielo, hasta los más elaborados como son los cucuruchos de varios sabores, todos ellos se convierten en grandes aliados para combatir el calor y hacernos disfrutar de buenos momentos durante la época estival.
Beneficios de comer helados
Al contrario de lo que se suele pensar, el consumo de helados (en su justa medida) no tiene por qué hacernos engordar o hacer que nos pongamos malos de la garganta. En este sentido, según un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, consumir helado contribuye a quitarse esos kilos de más, fortalece la masa ósea y contribuye a controlar la tensión arterial. Además, también puede ayuda a cicatrizar y reducir inflamaciones en las amígdalas.
Durante las épocas de altas temperaturas, este alimento ayuda a regular la temperatura corporal, refresca e incluso puede ayudar a prevenir determinadas situaciones provocadas por el calor.
Los helados que contienen leche aportan una gran cantidad de calcio. Los expertos afirman que una ración normal de este tipo de helado de base láctea, cubre hasta el 15% de los requerimientos diarios de calcio. Además, también son una fuente importante de proteínas, vitaminas A, B-6, B-12, C, D y E y de minerales (fósforo).
Además, tomar un helado tienen efecto euforizante, es decir, puede ser positivo para mejorar el estado de ánimo. En este sentido, este producto contiene un aminoácido llamado triptófano y es conocido por aumentar los niveles de serotonina (hormona de la felicidad). Esta hormona actúa en el estado de ánimo, especialmente inhibiendo los síntomas de la depresión y calmando estados de agresividad o ira.
Desmitificando el efecto perjudicial de los helados
Las calorías que aporta un helado son únicamente el 10% del total de calorías requeridas diariamente, por lo que se puede el helado, consumido de forma moderada, no es causa de obesidad.
Además, este alimento puede tomarlo todo el mundo. Por ejemplo, las personas que padecen diabetes o aquellas que les interesa controlar su peso, también pueden consumirlos si eligen los helados bajos en grasas. Este tipo de helados suelen llevar edulcorantes no calóricos por lo que hay que consumirlos de forma moderada. Por último, si se es intolerante a la lactosa, se debe elegir otras opciones como los tan refrescantes helados de hielo hecho a partir de frutas naturales.
Recuerda:
- Consumir helados de forma responsable no es perjudicial para la salud y tiene múltiples propiedades beneficiosas.
- Los helados con una base láctea aportan calcio y vitaminas y ayudan a mejorar el estado de ánimo.