Otro año más Jorge Crivillés ha conseguido alcanzar su reto, en esta ocasión ser el primer español que ha cruzado a nado el Canal de Tsugaru en Japón, una de las pruebas que forman parte del desafío internacional de los Siete Océanos.
Y es posible que nunca se plantease todo lo que ha conseguido cuando el médico le recomendó empezar a nadar, por una lesión de espalda. Como hemos visto la natación aporta grandes beneficios a nuestro cuerpo y está muy recomendada para lesiones de espalda, aunque, nadar en mar abierto requiere un entrenamiento y una condición física específica.
Aunque ha sido uno de los retos más duros a los que se ha enfrentado, no duda en seguir adelante para dar su apoyo en favor de los enfermos de cáncer de GEPAC y promover la investigación oncológica infantil de La Hucha de Tomás, lo merece.
El entrenamiento, un factor fundamental
Para cumplir su objetivo, Crivillés se ha sometido a un exhaustivo entrenamiento. Desde el pasado mes de noviembre, ha trabajado en varios entrenos basados en la fuerza y la velocidad combinadas con resistencia y potencia.
Además, el deportista se ha sometido a diferentes reconocimientos en HLA Vistahermosa para comprobar la evolución de su salud y su estado físico y, como en anteriores retos, la Unidad del Sueño, que dirige la Dra. Giménez, le ha guiado a la hora de adoptar medidas que le ayuden a lograr un descanso de calidad, uno de los factores decisivos para lograr un mayor rendimiento deportivo.
Tras recorrer 34 kilómetros en 8:29 horas, Crivillés se ha situado en quinto lugar en el ranking de los nadadores de largas distancias que han logrado realizar la prueba y ya ha fijado su próximo objetivo: realizará el cruce del Mar del Norte, entre Irlanda y Escocia.
El esfuerzo y la constancia pueden hacernos conseguir cualquier sueño, ¿no creéis?