Si alguna vez has sentido que te quedas en blanco o que no eres capaz de reaccionar ante una situación de tensión, es posible que hayas sufrido un bloqueo mental o emocional. Algunas personas consideran los bloqueos mentales como un mecanismo de defensa. Ante una emoción que le desborda, nuestro cerebro responde interrumpiendo los procesos de respuesta para protegerse.
Esta sensación suele aparecer puntualmente ante momentos de estrés y ansiedad como exámenes, competiciones o discusiones fuertes y nos impide responder. Sin embargo, en algunas personas el bloqueo mental puede llegar a ser crónico debido al estrés postraumático o a ansiedad permanente.
¿Cómo identificar el bloqueo mental?
Saber identificar el momento en el que estamos sufriendo un bloqueo mental es crucial para poder controlarlo. Estas son las sensaciones que solemos experimentar:
- Dificultad para centrar o mantener la concentración.
- Imposibilidad para tomar decisiones.
- Nerviosismo.
- Temblor.
Además, existen otros comportamientos o síntomas que pueden darse cuando aún no estamos bloqueados mentalmente. Sin embargo, debemos prestarles atención, ya que están relacionados con la ansiedad que conduce a esta situación.
- Frustración y falta de motivación.
- Baja autoestima.
- Sentimiento de envidia.
- Miedo a ser rechazados.
- Problemas de concentración.
- Procrastinación.
- Dolores musculares o de cabeza.
- Defensas bajas.
- Problemas digestivos.
6 estrategias para evitar el bloqueo emocional
Si solemos tener estos momentos paralizantes, existen algunas estrategias que podemos poner en marcha.
- Enfócate en pensamientos positivos: trata de presentar las ideas en positivo. ¿Quizá esta situación que tanto te estresa es una gran oportunidad de mejora?
- Vuelve al momento anterior: si no podemos pensar, deberemos intentar situarnos mentalmente en el momento anterior al bloqueo para evaluar qué estábamos haciendo y cómo podemos actuar ahora.
- Usa tu imaginación: si sientes que estás muy nervioso, intenta atraer a a tu mente imágenes o pensamientos que te transmitan paz.
- Haz descansos: cuando sientas cansancio o te cueste concentrarte en una tarea, haz un breve descanso.
- Realiza actividades relajantes: pasear, escuchar música, pintar o leer reducirán nuestros niveles de estrés.
- Haz ejercicio: del mismo modo, el deporte nos ayuda a disminuir el estrés y a mejorar nuestro flujo sanguíneo hacia el cerebro.
La consecuencia más habitual de los bloqueos mentales es una bajada en nuestro rendimiento. De esta manera, actividades para las que necesitamos concentración o creatividad nos serán más difíciles. A la larga, puede impactar también sobre nuestra autoestima y aumentar aún más nuestra ansiedad. En este caso, es importante comenzar un tratamiento psicológico que nos ayude a encontrar la causa de este malestar y superarlo.