Rechinar los dientes es algo que, la gran mayoría de nosotros, hemos realizado alguna vez de manera inconsciente. A pesar de lo común de este hecho, el bruxismo es un problema que puede acarrearnos graves consecuencias para nuestra salud bucal, así como para el resto de nuestro cuerpo.
Síntomas del bruxismo
Se trata de una acción involuntaria. El hecho de no ser consciente de que rechinemos nuestros dientes es la causa de que no pongamos remedio a este problema. Normalmente no sabemos que padecemos bruxismo hasta que alguien nos alerta de ello. Sin embargo, hay varios indicios de que lo estamos haciendo:
- Sensibilidad dental: es normal que al chirriar los dientes desgastemos el esmalte, por lo que seremos más sensibles ante los alimentos fríos, calientes, excesivamente azucarados o burbujeantes, entre otros.
- Dolores de cabeza y cuello: provocados por la tensión de nuestras mandíbulas, incluso es normal que en algunos casos esto repercuta en dolores de espalda.
- Dolor en los músculos faciales y en los oídos, como reflejo de la acción dentinaria.
- Estrés y ansiedad: el bruxismo ejerce una presión a nivel muscular y tensional que puede repercutir en una elevación de nuestros niveles de nerviosismo.
Causas del bruxismo
No hay una opinión consolidada entre los expertos sobré cual es el detonante de esta acción. Sin embargo, varios coinciden en afirmar que la ansiedad y el estrés diario perjudican a nuestro sueño y más concretamente favorecen el bruxismo. Así mismo, tener desalineados los dientes provoca que nuestra mandíbula no encaje propiciando este problema.
Otra causa es tener malos hábitos alimenticios, como masticar de forma incorrecta o ingerir ciertos alimentos que hacen trabajar en exceso a nuestras mandíbulas.
No descansar por las noches incrementa nuestro estrés y ansiedad, que puede acarrear que chirriemos nuestros dientes. Así como repercutir en malas posturas durante el sueño que lo favorezcan.
También son un detonante los problemas ortopédicos, así como determinadas enfermedades neurodegenerativas, tales como la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral.
Tratamiento frente al bruxismo
La principal recomendación que podemos llevar a cabo si nos percatamos de que rechinamos nuestros dientes es visitar al dentista. Este especialista, a través de un examen bucodental, diagnosticará las causas del bruxismo y nos pondrá un tratamiento exclusivo para nuestro problema.
Es habitual que nos recomienden el uso de una férula de descarga durante las noches. Este aparato en forma de herradura, que se coloca normalmente durante la mandíbula superior, evitará el desgaste o la pérdida de piezas dentales.
Liberar estrés o tensiones también evitará que chirriemos nuestros dientes. Por eso, practicar yoga o determinadas técnicas de relajación pueden ser un gran remedio para prevenir este problema.
Recuerda:
- El bruxismo provoca dolores de cabeza, cuello, espalda y de oído.
- Promover hábitos de sueño y alimenticios correctos disminuye el riesgo de padecer este problema.