Los meses estivales pueden ser formidables. Los días son más largos, mayor sensación de libertad, jornadas de trabajo reducidas, vacaciones, terracitas, playa… Pero el calor también puede afectarnos de manera poco saludable, sobre todo en zonas del centro peninsular, donde las altas temperaturas se entremezclan con la polución y con la falta de mar.
¿Cómo puede afectar el calor a nuestro cuerpo?
Los seres humanos tenemos la capacidad de regular nuestra propia temperatura corporal entre 35,5⁰C y 37⁰C. A esto se le conoce como termorregulación y el hipotálamo es el encargado de que nuestro organismo trabaje en las condiciones adecuadas. Esta región del cerebro actúa sobre la temperatura corporal mediante múltiples mecanismos como la sudoración, la circulación cutánea, la pilorección (la conocida sensación de carne de gallina) y el aumento del metabolismo.
No obstante, si el cuerpo alcanza o supera los 40⁰C, el cerebro comienza a dar órdenes al cuerpo de no trabajar y las consecuencias pueden ser muy graves:
- Fatiga.
- Insomnio. Puedes recurrir a estos consejos para dormir mejor con calor.
- Daño muscular.
- Cefaleas.
- Problemas respiratorios por la sequedad.
- Golpe de calor.
Un golpe de calor puede llegar a ser realmente peligroso, sobre todo para niños y personas mayores. Hay que prestar especial atención a síntomas como mareos, confusión, desorientación, fiebre alta, dolor de cabeza, comportamiento inadecuado, convulsiones y/o inconsciencia. Pero podemos poner en práctica una serie de consejos para evitar los golpes de calor.
¿Y a nuestra mente?
A nivel psicológico, el calor nos afecta de manera especial. Así que, si no estás de muy buen humor cuando el termómetro alcanza los 40⁰C, la culpa no es tuya. Puedes sentir:
- Cuadros confusionales (confusión).
- Pérdida de memoria por deshidratación.
- Dificultades para concentrarse.
- Cambios en el estado de ánimo: depresión, irritabilidad, agresividad o aturdimiento.
¿Cómo podemos cuidarnos del exceso de calor?
Son muchos los consejos que hay en este tema. Te damos unos cuantos:
- Bebe agua o líquidos con frecuencia, aunque no sientas.
- No abuses de las bebidas con cafeína y/o alcohol, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
- Permanece el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
- Reduce la actividad física.
- Usa ropa ligera y holgada.
- Haz comidas ligeras y nutritivas para reponer las sales perdidas por la sudoración (ensaladas, frutas, verduras, zumos…).
Recuerda:
- Es normal sentir fatiga o dolor de cabeza cuando la temperatura es elevada, pero cuidado si los síntomas persisten, ya que los golpes de calor son muy peligrosos.
- Nuestra mente se ve afectada por las altas temperaturas y podemos llegar a sentirnos confundidos, irritables o desanimados.
- Bebe mucha agua, usa ropa fresca y haz comidas ligeras.