Cada vez nos preocupamos más por el cuidado de nuestro cabello. Entre las múltiples razones que nos llevan a esto se encuentra una preocupación común que afecta al 50% de la población mundial: la caspa.
¿Qué es la caspa?
La caspa es la descamación de la dermis localizada en el cuero cabelludo que surge cuando se acorta el proceso de renovación celular como consecuencia de la presencia de piel muerta. Se trata de una afección común que tiene consecuencias visibles en el cabello, pudiendo suponer en un momento determinado un complejo estético para la persona que lo sufre. Suele aparecer en momentos de estrés y su presencia es más común en los meses fríos y secos del año.
Esta afección puede ir acompañada de picor de cabeza, escamas en el cuero cabelludo e incluso en las cejas, barba o bigote. Entre las causas más comunes se encuentra la sensibilidad a determinados productos para el cabello, el padecimiento de eccemas o psoriasis en la piel, una incorrecta aplicación del champú o la incidencia del hongo malassezia, un microbio presente de manera natural en la secreción sebácea de la piel y que se sirve de los aceites del cuero cabelludo.
Tipos de caspa
La caspa, también conocida como pitiriasis, se puede clasificar en dos tipos:
- Caspa seca: también denominada pitiriasis simple; se caracteriza por escamas blanquecinas, secas y finas que se desprenden de la piel al rascar la cabeza y se van ampliando al resto del cabello.
- Caspa grasa: tiene mayor tamaño que la seca y una tonalidad amarillenta. En determinadas ocasiones pueden llegar a formarse placas y suele dejar la piel enrojecida. Se localiza en áreas del cuero cabelludo donde existe más sebo, como puede ser la zona de la nuca o la frente.
¿Qué soluciones hay?
En primer lugar, se suele recomendar el empleo de champús suaves que reduzcan la presencia de células muertas y cuiden el cabello sin resultar agresivos con el pH de la piel. Hoy en día podemos encontrar multitud de productos sin sulfatos ni siliconas, que no son agresivos con el pH de la piel y, además, están fabricados de forma más sostenible y responsable con la Tierra.
También podemos recurrir a un champú anticaspa medicinal y en otros casos será importarte hacer uso de productos que prevengan o eliminen los hongos.
En caso de no percibir resultados, se puede optar por otras opciones, como los activos antiinflamatorios, que reducen la descamación y el enrojecimiento de la piel, o aplicar productos de extractos vegetales, especialmente para las personas que tienen caspa grasa. Se recomienda tratar la caspa desde el momento en que se detecta para evitar consecuencias mayores, como la presencia de costras o, en los casos más extremos, la alopecia.
Recuerda:
- La caspa es una descamación de la dermis del cuero cabelludo.
- El 50% de la población sufre esta afección.
- Existen dos tipos: pitiriasis simple o caspa seca y la caspa grasa.