El llanto de un bebé puede ser desconcertante y angustiante para muchos padres, especialmente para los primerizos. Sin embargo, se trata de algo muy necesario, ya que es su principal forma de comunicación. Pese a ello, es importante saber calmar a un bebé que llora.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que es fundamental mantener la calma. Además, nunca debemos zarandear al bebé, gritarle o dejarle solo, ya que existen otros métodos mucho más útiles para calmar a un bebé desde el cariño.
¿Por qué lloran los bebés?
Entender las razones detrás del llanto de un bebé es el primer paso para abordar la situación de manera efectiva. Estas son algunos motivos comunes por las que los bebés lloran:
- Hambre: el hambre es una de las principales causas de llanto en los recién nacidos. Verifica si es hora de alimentar al bebé, o si dicha hora está cerca.
- Incomodidad: los pañales sucios, la ropa ajustada o la necesidad de un cambio de posición pueden hacer que un bebé se sienta incómodo y llore.
- Fatiga: los bebés pueden cansarse fácilmente y llorar como respuesta al agotamiento. Asegúrate de que el bebé tenga un entorno tranquilo para dormir.
- Estímulo excesivo: si hay demasiado ruido, luces brillantes u otras formas de estimulación, estas pueden abrumar al bebé, provocando su llanto.
- Necesidad de contacto: los bebés necesitan contacto humano para sentirse seguros y a salvo. Además, el contacto piel con piel tiene múltiples beneficios para la salud del bebé.
Asimismo, los bebés también pueden llorar si tienen frío o mucho calor. En este sentido, es muy importante saber que no es bueno abrigarles demasiado en el caso del frío, ya que puede causarles deshidratación. Además, no debemos dejarnos llevar por la temperatura de las manos y pies del bebé, sino más bien de sus piernas, brazos, cuello y nuca.
Consejos para calmar a un bebé que llora
En ocasiones, enfrentarnos al llanto persistente no es fácil. Sin embargo, debes saber que existen algunas estrategias útiles para calmar a un bebé que llora. Son las siguientes:
- Mecer suavemente: los movimientos rítmicos pueden “recordarle” la seguridad del útero y tener un efecto calmante.
- Arrullar: envolver al bebé en una manta suave puede proporcionarle una sensación de contención y seguridad.
- Contacto físico: cargar al bebé en brazos no solo es reconfortante para él, sino también esencial para su desarrollo emocional.
- Baño relajante: dar un baño con agua tibia puede ayudar a calmar a un bebé cuando llora.
- Masajes suaves: los masajes suaves con aceites pueden ayudar al bebé a tranquilizarse.
- Sonidos monótonos: emplear sonidos relajantes y monótonos, como música suave, puede ayudar a calmar a un bebé que llora.
Recuerda que cada bebé es único, y puede llevar tiempo entender sus necesidades y cómo calmarlo de manera efectiva. Con paciencia y cariño, es posible aprender a lidiar con el llanto del bebé.