Dicen que solo quien lo sufre puede entenderlo, en este caso para muchas personas artrosis y artritis son enfermedades iguales o muy similares, cuando realmente no lo son aunque compartan síntomas.
Tanto la artritis como la artrosis son enfermedades degenerativas que se producen en las articulaciones, las cuales sufren dolores y pueden llegar a deformarse con el tiempo. Ambas pueden mitigarse con ejercicios sencillos y llevando una alimentación equilibrada con la que se evite el sobrepeso, ya que esta condición agrava los síntomas y empeora la situación general del paciente.
La artrosis se manifiesta con un dolor que se agrava con el movimiento aunque a veces también puede doler en reposo. Y suele acompañarse de rigidez de la articulación. Es la enfermedad articular más frecuente en España, con un perfil de mujer mayor de 60 años.
Por otra parte la artritis es más que una enfermedad, bajo este vocablo se encuentra más de un centenar de dolencias distintas, por lo que puede afectar a prácticamente cualquier articulación, provocando un dolor que mejora con los movimientos pero que empeora con el reposo, especialmente durante la noche. Además, hay que tener en cuenta que esta dolencia puede afectar también a otros órganos o sistemas (pulmones, piel, riñones, sistema nervioso, etc.).
¿Qué tipo de actividad realizar dependiendo de la dolencia?
Ante la artritis los expertos recomiendan ejercicios que impliquen movimientos amplios, que fortalezcan los músculos que rodean las articulaciones y aeróbicos y de resistencia; como por ejemplo bailar, hacer pesas o andar en bicicleta.
Sin embargo, si se padece artrosis se debe hacer ejercicio tres veces por semana, con rutinas sencillas que permitan aliviar la rigidez y mantener el movimiento de la articulación (por ejemplo hacer círculos con el brazo); y ejercicios que ayuden a mantener la flexibilidad de los tendones y la fuerza muscular, como la natación.