Se denominan nefropatías a todas aquellas enfermedades que afectan temporal o permanentemente a la función de nuestros riñones. Estos órganos tienen una función determinante para nuestra salud y bienestar ya que se encargan de purificar la sangre y organismo a través de la orina, expulsando los deshechos y sustancias potencialmente nocivas.
¿Por qué fallan los riñones?
Las enfermedades renales atacan a las unidades anatómicas y funcionales de nuestros riñones, denominadas nefronas, que se encargan de la filtración y reabsorción de las sustancias de nuestro organismo. Por eso, la pérdida de la capacidad de depuración de estos órganos provoca una alteración de los niveles de la sangre y la orina.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes?
Las nefropatías están provocadas por lesiones renales o una intoxicación. Estos síntomas tardan en manifestarse, lo que provoca que en ocasiones no seamos conscientes de ellas hasta pasado un tiempo.
- Cálculo renal: más conocido cómo piedras en los riñones, está provocado por la acumulación de las sustancias presentes en las orina. Expulsar estos depósitos es muy doloroso y en ocasiones es necesario que recurramos a la extracción médica.
- Cáncer de riñón: tiene una mayor incidencia en personas adultas y entre sus causas se encuentra el consumo de alcohol y tabaco, la mala alimentación o el abuso de medicamentos. Es común que los síntomas se presenten cuando el cáncer esté avanzado.
- Insuficiencia renal: se trata de una enfermedad irreversible que provoca el deterioro de la capacidad de filtrado de nuestros riñones por lo que nuestro organismo no puede eliminar por sí solo las sustancias tóxicas.
- Nefropatía diabética: hace alusión al daño renal ocasionado por esta enfermedad. La diabetes hace que el azúcar en sangre se acumule y obstruya nuestros riñones, lo que deriva en un fallo renal.
- Hipertensión arterial: esta patología es el desencadenante de los derrames cerebrales, enfermedades cardiovasculares y en ocasiones causa el deterioro de los vasos sanguíneos de nuestros riñones, lo que puede derivar en una insuficiencia renal.
- Glomerulonefritis: provoca la inflamación de nuestros riñones y afecta directamente al filtrado de la sangre.
- Poliquistosis renal: es una enfermedad congénita y hereditaria que puede provocar la formación de quistes. Estos deterioran la salud de nuestros riñones hasta derivar en una insuficiencia. Aunque no padezcamos esta enfermedad, es posible que a lo largo de los años desarrollemos quistes simples.
- Traumatismo renal: sufrir un fuerte golpe o contusión en la zona abdominal puede conllevar lesiones internas que afecten directamente en nuestra función renal.
¿Cómo podemos prevenirlas?
No podemos esperar a que aparezcan los primeros síntomas de las enfermedades renales para ponerles remedio. Llevar a cabo medidas diarias como una alimentación sana nos ayudará a controlar el colesterol y la glucosa en sangre, lo que se relaciona con la salud de nuestros riñones.
Evitar el tabaco y el alcohol también reduce el trabajo de estos órganos al no tener que filtrar estas sustancias tóxicas.
Por último, realizar deporte también es una buena alternativa ya que evitaremos el sobrepeso y nuestros riñones trabajarán menos. Además, debemos evitar el abuso farmacológico y automedicarnos, ya que perjudica a nuestro sistema renal.
Recuerda:
- Las enfermedades renales afectan directamente sobre el filtrado de la sangre, lo que impide que nuestro organismo elimine las sustancias nocivas.
- La insuficiencia renal y los cálculos son dos de los problemas más comunes.
- Una alimentación sana y hacer deporte físico son las claves para cuidar de nuestros riñones.