La diarrea, aparte de ser una dolencia que provoca mucha incomodidad, malestar e incluso vergüenza, puede afectar de manera grave al que la padece. Sobre todo, durante los meses de verano.
¿La razón? La diarrea es una enfermedad de origen vírico o bacteriano y el calor contribuye a la descomposición de los alimentos. Por ello, hay que prestar especial atención a lo que comemos, más aún cuando lo hacemos fuera de casa, algo muy normal durante las vacaciones.
¿Cuáles son los síntomas de la diarrea?
- Aumento del número de deposiciones que suelen ser más acuosas de lo normal.
- Dolor abdominal y/o cólicos.
- Fiebre.
- Nauseas.
- Sangre en las heces.
- Mareos y vértigos.
No obstante, una diarrea severa puede acarrear otras afecciones como deshidratación. Así que, si sientes cansancio, mareos, mucha sed, sequedad en la boca, falta de elasticidad en la piel y orinas con poca frecuencia, debes ir al médico inmediatamente.
Enfermedades diarreicas
Este tipo de indigestión puede ser un síntoma de otras enfermedades más graves como la salmonelosis o la anisakidosis.
Causas y síntomas de la salmonelosis
La salmonella son un grupo de bacterias que viven en los intestinos de animales y personas y se expulsan a través de las heces. Esta infección se contrae por el consumo de bebida o comida contaminada, aunque se destruye si se cocina bien. Por esta razón, hay que prestar especial atención a los alimentos crudos o poco hechos. Otra de las razones por las que la Salmonella llega a nuestros platos es la falta de higiene, por lo que es muy importante lavarse bien las manos después de ir al servicio y hacer lo mismo con los alimentos.
Los síntomas que presenta esta infección son:
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
- Náuseas y /o vómitos.
- Fiebre y escalofríos.
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares (mialgia).
El anisakis. Cómo evitarlo y sus síntomas
Por otro lado, la intoxicación por anisakis es cada vez más frecuente. Es un parásito muy desagradable, que se aloja en el interior de los pescados. Cuando se ingiere un pescado crudo, o mal cocinado, esta especie de gusano puede penetrar en el organismo y fijarse en las paredes del tubo digestivo. Las especies más afectadas por el anisakis suelen ser aquellas que se consumen crudas, ahumadas o marinadas como el boquerón, la anchoa, la sardina, la caballa, el arenque, el salmón o el bacalao. La langosta, el cangrejo, el calamar o el pulpo, también pueden albergar este gusano.
Este parásito tiene un tamaño considerable y, si te fijas bien, puedes incluso verlo a simple vista.
¿Cuáles son los síntomas?
Pueden ser digestivos o alérgicos y suelen aparecer a las 12 horas de la ingesta. En el caso de sufrir gastroenteritis sus síntomas son:
- Diarrea.
- Dolor de estómago.
- Vómitos.
- Náuseas.
- Obstrucción intestinal.
La alergia por anisakis es menos frecuente y puede acarrear desde una urticaria a un shock anafiláctico.
Recuerda:
- En verano presta especial atención a los alimentos que consumes ya que el calor aumenta su carga vírica.
- La diarrea puede ser muy peligrosa si persiste durante varios días, ya que puede desembocar en una deshidratación. Visita tu médico ante los primeros síntomas.
- Enfermedades como la salmonella o el anisakis tienen la diarrea entre sus síntomas.