Semana mundial de la lactancia materna: mitos sobre la lactancia

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Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM), en la que se pretende fomentar la lactancia materna o natural. Está organizada por la OMS y UNICEF y se celebra en más de 120 países y cada año se elige un lema además de los temas que se van a desarrollar relacionados con la lactancia materna y los derechos de las mujeres y sus hijos.

¿Por qué se celebra la semana mundial de la lactancia?

La razón por la que se celebra esta semana es que muchas madres después de dos semanas o dos meses de lactancia no continúan con ella cuando es recomendable amamantar hasta los dos años del niño, debido a que la leche materna es clave para que el bebé no desarrolle enfermedades y tenga un mejor crecimiento.

Con la lactancia el bebé puede percibir la voz, el olor y el latido cardíaco de su madre sintiendo momentos de tranquilidad y satisfaciendo las necesidades psicológicas del niño con la proximidad y seguridad de su madre.

Desmentir los mitos sobre la lactancia

A continuación, vamos a aclarar algunos mitos que se han creado sobre la lactancia y que no son ciertos.

  1. Las mujeres con pecho pequeño no pueden amamantar: el tamaño de los pechos no influye en la lactancia.
  2. No todas las mujeres producen leche de buena calidad: el aspecto de la leche es mucho más acuosa al principio que al final de la toma, que contiene mucha más grasa y es más densa y por tanto nos parece que la leche no es de calidad, sin embargo, no es así.
  3. No todas las mujeres producen leche suficiente para satisfacer al bebé: El pequeño controla la cantidad de leche que quiere tomar, por tanto, debemos respetar su demanda y darle de mamar todas las veces que lo necesite.
  4. La madre no puede comer ciertos alimentos durante la lactancia: normalmente escuchamos que ciertos alimentos como el ajo, las coles o las cebollas cambian el sabor de la leche y además pueden producir gases al bebé. Esto no es cierto, ya que el bebé se habitúa a los distintos sabores y además esto favorecerá que se acostumbre a la variedad de sabores de la comida cuando se haga mayor.
  5. Si la madre está enfadada o asustada no debe dar de lactar: es cierto que el estrés o los disgustos pueden dificultar la salida de la leche, pero es una reacción temporal del cuerpo ante la ansiedad.
  6. La madre debe beber mucha agua y mucha leche para poder amamantar: la producción de leche no tiene ninguna relación con comer en exceso, ni beber más leche u otros líquidos. En estos casos, debemos dar de mamar con frecuencia y vaciar bien el pecho, así evitaremos que la retención de la leche disminuya la producción.
  7. La lactancia materna engorda: es todo lo contrario, amamantar es una de las mejoras formas de adelgazar después de dar a luz. Las madres tienen la sensación de que se hinchan, sin embargo, es sólo una percepción.
  8. Siempre se debe dar de los dos pechos en cada toma: no todos los bebés toman los pechos en cada toma. Además, debemos vaciar un pecho antes de dar el otro porque la leche más rica en grasas se encuentra al final y así mantenemos la producción de la leche.
  9. La baja producción de leche se hereda: la producción de leche materna depende de la frecuencia con la que se da de mamar al bebé y con la posición de este al hacerlo. Cuanto más se amamante, más leche se produce, por tanto, no tiene nada que ver con un factor hereditario.
  10. La lactancia deforma el pecho: el pecho cambia durante el embarazo no durante la lactancia. También se pueden utilizar pezoneras, éstas se adaptan al pecho y permiten al bebé agarrarse de manera adecuada sin interferir en la producción de leche.

Recuerda:

  • La madre debe tener una dieta equilibrada que incluya todo tipo de alimentos.
  • La madre debe dar de mamar cada vez que su hijo se lo pida.
  • Cuanto más amamantemos, más leche produciremos.
  • Debemos vaciar bien el pecho cada vez que amamantemos ya que el final de la toma contiene más grasa.